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Denise Levertov (n. en Ilford, Essex el 24 de octubre de 1923 – fallecida el 20 de diciembre de 1997) fue una poeta inglesa, nacionalizada estadounidense.
Carrera
Nació en Ilford, Inglaterra, su madre, Beatrice Spooner-Jones Levertoff, era galesa. Su padre, Paul Levertoff, inmigrante alemán fue un judío hasídico sefardí, convertido en sacerdote anglicano. Educada en casa, Levertov mostró desde pequeña afición por la escritura. Cuando tenía cinco años de edad, declaró que sería escritora. Con doce años envió algunos de sus poemas a T. S. Eliot, quien le respondió con una encomiosa carta de dos páginas. En 1940, cuando tenía 17 años, Levertov publicó su primer poema.
Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Alemania intentó someter a Gran Bretaña con bombardeos aéreos, Levertov sirvió en Londres como enfermera. Su primer libro, The Double Image, apareció en 1946, editado por Cresset Press.1 En 1947 se casó con el escritor estadounidense Mitchell Goodman y se mudó con él a los Estados Unidos al año siguiente. Tras diversos conflictos, finalmente se divorciaron en 1975. Tuvieron un hijo, Nikolai, y vivieron principalmente en Nueva York, pasando los veranos en Maine. En 1955, se convirtió en ciudadana estadounidense. Para aliviar su difícil economía y en busca de inspiración, residieron también en otros países. Entre estos, fue fundamental, tanto para el desarrollo de su escritura, como para su vida personal, la estancia en México. Su madre, Beatrice Levertoff, murió en Oaxaca en 1977. A ella está dedicado el poema "Death in Mexico" (Muerte en México), el cual concluye:
Sobre su rostro pueden arrastrarse enredaderas y escorpiones pero aunque los siglos limen
los párpados y las anchas fosas nasales, la mirada de piedra
sigue inmóvil, fija, absoluta,
una sonrisa negadora frente a la eternidad.
Los jardines desaparecen. Ella, aquí, era extranjera,
igual que yo. Su muerte
no era asunto de México. El jardín
era un rehén. Los viejos dioses
..................tomaron lo que era de ellos.
Los primeros dos libros de Levertov se concentran en las formas tradicionales y el lenguaje. Pero al mudarse se volvió más sensible a la variedad idiomática del inglés estadounidense. Su escritura acusó la influencia de los poetas de Black Mountain y William Carlos Williams, cuyo concepto del pie variable y su propuesta de reflejar en la poesía las modulaciones del habla cotidiana le permitieron construir su idea del ritmo. Su primer libro de poesía escrito en Estados Unidos, Here and Now, muestra los inicios de su transición y transformación. Su poema “With Eyes at the Back of Our Heads” estableció su reputación.
Durante los años 1960 y 1970, Levertov se volvió mucho más políticamente activa en su vida y trabajo. Como editora de poesía de The Nation, podía apoyar y publicar el trabajo de poetas feministas y activistas de izquierda. La guerra de Vietnam fue un foco importante de su poética. También en respuesta a la guerra, Levertov se unió a la Liga de Resistencia a la Guerra.
Su vida profesional estuvo dedicada a la educación. Luego de mudarse a Massachusetts, Levertov enseñó en la Universidad Brandeis, MIT y Universidad Tufts. En la Costa Oeste, encontró un puesto como profesora de medio tiempo en la Universidad de Washington y por 11 años (de 1982 a 1993) profesora a tiempo completo en la Universidad de Stanford. Luego de retirarse de la enseñanza, viajó por un año realizando lecturas de poesía en Estados Unidos y Gran Bretaña.
En 1997, Denise Levertov muere a la edad de 74 años por complicaciones relacionadas con el linfoma. Fue enterrada en el Cementerio de Lake View en Seattle, Washington.
Obra
La obra poética de Levertov se relaciona con variados temas, especialmente la política y la guerra (y lo que esta conlleva como sufrimiento, injusticia y prejuicios). Otro tema importante es la fe, ya que desde el lado paterno fue influida por el judaísmo y el cristianismo, además de los contactos con el misticismo y el trascendentalismo, que se vieron expuestos en su poesía. En los últimos años de su vida se convirtió en católica. Al respecto la poeta Amy Gerstler escribió en Los Angeles Times Book Review: “Dignidad, reverencia y fuerza son palabras que acuden a la mente cuando se busca cómo definir… a una de las poetas más respetadas de América”.
Escribió veinte libros de poesía y crítica. También hizo traducciones y antologías poéticas. Sus puntos de vista sobre la música en la poesía contribuyeron a afinar la terminología e idea de la poesía moderna. Dos elementos esenciales fueron la forma orgánica y la pausa versal, a los que dedicó sendos estudios: "Algunas notas sobre la forma orgánica" y "Sobre la función de la pausa versal".
(Sacado de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] )
*
Algunos poemas de Denise Levertov, de su obra Arenas del pozo, La poesía, señor hidalgo, 1996, en traducción de José Manuel Rodríguez Herrera:
¿QUÉ HERALDO?
Un brillo gris
avanza sobre
la serenidad oscura
del agua.
Una barca viene
lenta hacia
mí, pero quién
rema y qué
trae no logro
distinguir.
AMENAZA
Puedes vivir años junto
a un pino alto, honrada de tener
un vecino tan venerable, incluso
cuando suelta pinocha sobre tus flores
o te despierta al dejar caer grandes piñas
sobre el porche en la quietud de la noche.
Solo cuando, antes del alba, en un
solticio de primavera, el viento
arrecia y arrecia, trayendo imágenes
de barcazas a merced de gigantes
muros de olas crecientes,
te das cuenta de que siempre,
por respeto o por fe
en la belleza del pino, acecha
el miedo de que se caiga un día
sobre tu casa, sobre ti, sobre tu cama,
sobre la fragilidad de esa
rutina a la que casi
te has acostumbrado.
LA HERIDA
Mi árbol
oculta una herida.
No letal. Y era joven.
Pero una rama marchita
se desplomó.
LA ELEGIDA
Expansión de gris, plata.
Solo esta bahía, poco profunda
y llena de rocas, es la elegida
para ser jade luminoso.
..................................Sus rompientes
cantan alto, cantan fuerte, el sonido
se oye claro en la cumbre. Quizás
el halcón de cola roja, meciéndose
alto, también la oye.
TIEMPO DE ARCO IRIS
Las cortinas de lluvia soplan
hacia el norte franqueando los bosques
ahora el sol
asoma por su ventana azul
y soplan
directas al arco iris
arqueado sobre el lago
para ver su propio reflejo
¡rizado sobre el sombrío
festejo de peces!
EN VERANO
Cuando la luz se detiene al caer la tarde,
las ramas más altas de los árboles más altos
se contonean como de placer. La luz y una brisa fugaz
se funden en una sola, una caricia. Más tarde, las ramas inferiores,
hojas o agujas en la sombra, repiten a coro
esa respuesta; su verde con un toque de azul forma un acorde,
tal lo podríamos llamar si fuera sonido,
al unísono con el ocre de esas
en las que el sol se demora.
FLORES AL ANOCHECER
Quietud entre las flores. Colores
de un fuego vivo y lento, caras
ardientes, pero frías al tacto.
Macizo de flores al ocaso: carmesíes,
magentas, naranjas,
un horno avivado de fija
mirada; cándidos escarlatas,
blancos ardientes, a flote
en la luz tardía, pasión serena
más queda que el silencio.
CISNE ENTRE LOS COPOS DE NIEVE
Sobre la fina capa de hielo pardo a medio quebrar,
parecía haber una bola de nieve compacta, grande como un tonel,
con forma de corazón, y de un blanco
idéntico al blanco de la orilla
virgen de un lago. Al acercarme, su rostro sombrío
-antifaz y pico- se volvió más nítido; el largo cilindro
del cuello y las patas desplegadas, en un equilibrio
cansado, inmóvil. El agua negra trazaba en su estela
ese gesto de abandono. Los copos,
suaves en el aire apaciguado,
no cesaban de caer. El silencio
se hizo más y más profundo. El día, corto,
quedó suspendido, interminable.
DE CRIATURA A CRIATURA
Era tarde para andar por el boque, pero aun
así lo hice. Y al apartarme por un momento
del sendero sombrío para entrar
en una sombra mayor, en mi pinar favorito,
recibí un regalo del anochecer:
un búho chico que, sin asustarse,
se movía pausadamente
en una rama apenas apartada
de mí, atrevido
me miró -era una mirada larga,
fija, reconociendome, imparcial.
VISITAS AL OTRO MUNDO PARALELO
Vivimos nuestras vidas de pasiones humanas,
crueldades, sueños, conceptos,
delitos y el ejercicio de la virtud
en y junto a un mundo vacío de
nuestras preocupaciones, libre
de aprehensiones -aunque afectado,
sin duda, por nuestras acciones-. Un mundo
que, aunque coincidente, es paralelo al nuestro.
Lo llamamos "Naturaleza" y al tiempo nos cuesta
admitir que nosotros también somos "Naturaleza".
Cada vez que perdemos la pista a nuestras obsesiones,
nuestras cuitas, al sumergirnos por un minuto,
acaso una hora, de total (casi total)
atención a esa otra vida despreocupada:
nube, pájaro, zorro, haces de luz, el peregrinar
danzante del agua, la quietud vasta
de las efímeras hechizadas por la luz en una ventana,
voces animales, rumor mineral, el viento
en diálogo con la lluvia, océano con roca, el tartamudeo
del fuego en el carbón... algo reprimido
en nuestro interior, como un asno atado a una parcela
de hierba roída y cardonales, se rompe, liberándose.
Sin que nadie sepa
dónde hemos estado, de pronto nos vemos atrapados
de nuevo en nuestra propia esfera (a la que debemos
volver de hecho para seguir con nuestros destinos)
-pero no somos los mismos, no del todo.
Denise Levertov (n. en Ilford, Essex el 24 de octubre de 1923 – fallecida el 20 de diciembre de 1997) fue una poeta inglesa, nacionalizada estadounidense.
Carrera
Nació en Ilford, Inglaterra, su madre, Beatrice Spooner-Jones Levertoff, era galesa. Su padre, Paul Levertoff, inmigrante alemán fue un judío hasídico sefardí, convertido en sacerdote anglicano. Educada en casa, Levertov mostró desde pequeña afición por la escritura. Cuando tenía cinco años de edad, declaró que sería escritora. Con doce años envió algunos de sus poemas a T. S. Eliot, quien le respondió con una encomiosa carta de dos páginas. En 1940, cuando tenía 17 años, Levertov publicó su primer poema.
Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Alemania intentó someter a Gran Bretaña con bombardeos aéreos, Levertov sirvió en Londres como enfermera. Su primer libro, The Double Image, apareció en 1946, editado por Cresset Press.1 En 1947 se casó con el escritor estadounidense Mitchell Goodman y se mudó con él a los Estados Unidos al año siguiente. Tras diversos conflictos, finalmente se divorciaron en 1975. Tuvieron un hijo, Nikolai, y vivieron principalmente en Nueva York, pasando los veranos en Maine. En 1955, se convirtió en ciudadana estadounidense. Para aliviar su difícil economía y en busca de inspiración, residieron también en otros países. Entre estos, fue fundamental, tanto para el desarrollo de su escritura, como para su vida personal, la estancia en México. Su madre, Beatrice Levertoff, murió en Oaxaca en 1977. A ella está dedicado el poema "Death in Mexico" (Muerte en México), el cual concluye:
Sobre su rostro pueden arrastrarse enredaderas y escorpiones pero aunque los siglos limen
los párpados y las anchas fosas nasales, la mirada de piedra
sigue inmóvil, fija, absoluta,
una sonrisa negadora frente a la eternidad.
Los jardines desaparecen. Ella, aquí, era extranjera,
igual que yo. Su muerte
no era asunto de México. El jardín
era un rehén. Los viejos dioses
..................tomaron lo que era de ellos.
Los primeros dos libros de Levertov se concentran en las formas tradicionales y el lenguaje. Pero al mudarse se volvió más sensible a la variedad idiomática del inglés estadounidense. Su escritura acusó la influencia de los poetas de Black Mountain y William Carlos Williams, cuyo concepto del pie variable y su propuesta de reflejar en la poesía las modulaciones del habla cotidiana le permitieron construir su idea del ritmo. Su primer libro de poesía escrito en Estados Unidos, Here and Now, muestra los inicios de su transición y transformación. Su poema “With Eyes at the Back of Our Heads” estableció su reputación.
Durante los años 1960 y 1970, Levertov se volvió mucho más políticamente activa en su vida y trabajo. Como editora de poesía de The Nation, podía apoyar y publicar el trabajo de poetas feministas y activistas de izquierda. La guerra de Vietnam fue un foco importante de su poética. También en respuesta a la guerra, Levertov se unió a la Liga de Resistencia a la Guerra.
Su vida profesional estuvo dedicada a la educación. Luego de mudarse a Massachusetts, Levertov enseñó en la Universidad Brandeis, MIT y Universidad Tufts. En la Costa Oeste, encontró un puesto como profesora de medio tiempo en la Universidad de Washington y por 11 años (de 1982 a 1993) profesora a tiempo completo en la Universidad de Stanford. Luego de retirarse de la enseñanza, viajó por un año realizando lecturas de poesía en Estados Unidos y Gran Bretaña.
En 1997, Denise Levertov muere a la edad de 74 años por complicaciones relacionadas con el linfoma. Fue enterrada en el Cementerio de Lake View en Seattle, Washington.
Obra
La obra poética de Levertov se relaciona con variados temas, especialmente la política y la guerra (y lo que esta conlleva como sufrimiento, injusticia y prejuicios). Otro tema importante es la fe, ya que desde el lado paterno fue influida por el judaísmo y el cristianismo, además de los contactos con el misticismo y el trascendentalismo, que se vieron expuestos en su poesía. En los últimos años de su vida se convirtió en católica. Al respecto la poeta Amy Gerstler escribió en Los Angeles Times Book Review: “Dignidad, reverencia y fuerza son palabras que acuden a la mente cuando se busca cómo definir… a una de las poetas más respetadas de América”.
Escribió veinte libros de poesía y crítica. También hizo traducciones y antologías poéticas. Sus puntos de vista sobre la música en la poesía contribuyeron a afinar la terminología e idea de la poesía moderna. Dos elementos esenciales fueron la forma orgánica y la pausa versal, a los que dedicó sendos estudios: "Algunas notas sobre la forma orgánica" y "Sobre la función de la pausa versal".
(Sacado de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] )
*
Algunos poemas de Denise Levertov, de su obra Arenas del pozo, La poesía, señor hidalgo, 1996, en traducción de José Manuel Rodríguez Herrera:
¿QUÉ HERALDO?
Un brillo gris
avanza sobre
la serenidad oscura
del agua.
Una barca viene
lenta hacia
mí, pero quién
rema y qué
trae no logro
distinguir.
AMENAZA
Puedes vivir años junto
a un pino alto, honrada de tener
un vecino tan venerable, incluso
cuando suelta pinocha sobre tus flores
o te despierta al dejar caer grandes piñas
sobre el porche en la quietud de la noche.
Solo cuando, antes del alba, en un
solticio de primavera, el viento
arrecia y arrecia, trayendo imágenes
de barcazas a merced de gigantes
muros de olas crecientes,
te das cuenta de que siempre,
por respeto o por fe
en la belleza del pino, acecha
el miedo de que se caiga un día
sobre tu casa, sobre ti, sobre tu cama,
sobre la fragilidad de esa
rutina a la que casi
te has acostumbrado.
LA HERIDA
Mi árbol
oculta una herida.
No letal. Y era joven.
Pero una rama marchita
se desplomó.
LA ELEGIDA
Expansión de gris, plata.
Solo esta bahía, poco profunda
y llena de rocas, es la elegida
para ser jade luminoso.
..................................Sus rompientes
cantan alto, cantan fuerte, el sonido
se oye claro en la cumbre. Quizás
el halcón de cola roja, meciéndose
alto, también la oye.
TIEMPO DE ARCO IRIS
Las cortinas de lluvia soplan
hacia el norte franqueando los bosques
ahora el sol
asoma por su ventana azul
y soplan
directas al arco iris
arqueado sobre el lago
para ver su propio reflejo
¡rizado sobre el sombrío
festejo de peces!
EN VERANO
Cuando la luz se detiene al caer la tarde,
las ramas más altas de los árboles más altos
se contonean como de placer. La luz y una brisa fugaz
se funden en una sola, una caricia. Más tarde, las ramas inferiores,
hojas o agujas en la sombra, repiten a coro
esa respuesta; su verde con un toque de azul forma un acorde,
tal lo podríamos llamar si fuera sonido,
al unísono con el ocre de esas
en las que el sol se demora.
FLORES AL ANOCHECER
Quietud entre las flores. Colores
de un fuego vivo y lento, caras
ardientes, pero frías al tacto.
Macizo de flores al ocaso: carmesíes,
magentas, naranjas,
un horno avivado de fija
mirada; cándidos escarlatas,
blancos ardientes, a flote
en la luz tardía, pasión serena
más queda que el silencio.
CISNE ENTRE LOS COPOS DE NIEVE
Sobre la fina capa de hielo pardo a medio quebrar,
parecía haber una bola de nieve compacta, grande como un tonel,
con forma de corazón, y de un blanco
idéntico al blanco de la orilla
virgen de un lago. Al acercarme, su rostro sombrío
-antifaz y pico- se volvió más nítido; el largo cilindro
del cuello y las patas desplegadas, en un equilibrio
cansado, inmóvil. El agua negra trazaba en su estela
ese gesto de abandono. Los copos,
suaves en el aire apaciguado,
no cesaban de caer. El silencio
se hizo más y más profundo. El día, corto,
quedó suspendido, interminable.
DE CRIATURA A CRIATURA
Era tarde para andar por el boque, pero aun
así lo hice. Y al apartarme por un momento
del sendero sombrío para entrar
en una sombra mayor, en mi pinar favorito,
recibí un regalo del anochecer:
un búho chico que, sin asustarse,
se movía pausadamente
en una rama apenas apartada
de mí, atrevido
me miró -era una mirada larga,
fija, reconociendome, imparcial.
VISITAS AL OTRO MUNDO PARALELO
Vivimos nuestras vidas de pasiones humanas,
crueldades, sueños, conceptos,
delitos y el ejercicio de la virtud
en y junto a un mundo vacío de
nuestras preocupaciones, libre
de aprehensiones -aunque afectado,
sin duda, por nuestras acciones-. Un mundo
que, aunque coincidente, es paralelo al nuestro.
Lo llamamos "Naturaleza" y al tiempo nos cuesta
admitir que nosotros también somos "Naturaleza".
Cada vez que perdemos la pista a nuestras obsesiones,
nuestras cuitas, al sumergirnos por un minuto,
acaso una hora, de total (casi total)
atención a esa otra vida despreocupada:
nube, pájaro, zorro, haces de luz, el peregrinar
danzante del agua, la quietud vasta
de las efímeras hechizadas por la luz en una ventana,
voces animales, rumor mineral, el viento
en diálogo con la lluvia, océano con roca, el tartamudeo
del fuego en el carbón... algo reprimido
en nuestro interior, como un asno atado a una parcela
de hierba roída y cardonales, se rompe, liberándose.
Sin que nadie sepa
dónde hemos estado, de pronto nos vemos atrapados
de nuevo en nuestra propia esfera (a la que debemos
volver de hecho para seguir con nuestros destinos)
-pero no somos los mismos, no del todo.
Última edición por Pedro Casas Serra el Lun 08 Ago 2022, 11:38, editado 1 vez
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