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Menna Elfyn (nacida en 1952) es una poeta, dramaturga, columnista y editora galesa que escribe en galés. Ha sido ampliamente elogiada y traducida. Fue encarcelada por su campaña como activista en lengua galesa.
Vida y Obra
Durante las décadas de 1970 y 1980, Menna Elfyn fue miembro y en ocasiones funcionaria de Cymdeithas yr Gymraeg. Fue encarcelada dos veces por actos de desobediencia civil, describió la terrible experiencia de verse obligada a hablar en idioma inglés con sus padres cuando la visitaron en prisión.
Elfyn ha publicado diez volúmenes de poesía y una docena más de antologías y libros infantiles. También ha escrito ocho obras de teatro, seis obras de radio para la BBC y dos obras de teatro y varios documentales para televisión. Coeditó El libro Bloodaxe de poesía galesa moderna con John Rowlands, que ganó una recomendación de la Poetry Book Society, ganó numerosos premios por su trabajo, incluido un premio de Artes Creativas por escribir un libro sobre el sueño (Cwsg: am dro yn ôl).
Cuando Elfyn publicó sus poemas seleccionados bilingües Eucalyptus, (Gwasg Gomer, 1995), Tony Conran la describió como "la primera poeta galesa en 1500 años en dar a conocer su obra fuera de Gales". Elogió de manera similar su segundo volumen bilingüe, Cell Angel (1996).
Su trabajo ha sido traducido a 18 idiomas, incluidos italiano, español, portugués y lituano. Fue directora de redacción del Programa de Maestría en Escritura Creativa de Trinity University College, Carmarthen, y becaria literaria de la Universidad de Sansea.
Elfyn vive en Llandysul. Su hija, Fflur Dafydd, es escritora y música.
(Sacado de https://en.wikipedia.org/wiki/Menna_Elfyn )
*
Algunos poemas de Menna Elfyn,de Mancha perfecta, traducción de Eli Tolaretxipi, Trea 2011.
De Cusan Dyn Dall (2001):
A LA ESPERA
(En la consulta del médico)
Vivimos en el borde de la vida,
estamos inscritos en nuestro ir y venir,
es la marca que nos distingue.
Y este cuento de llevar "siglos" esperando
¿no es historia antigua?
Sin embargo, la enfermedad se apresura.
Las palabras, lejos y cerca de sí:
la montaña resiste bajo el cielo,
tú esperas a que una puerta se abra,
y seguimos atentos, aunque sigamos sentados.
Así pasa con lo mortal,
cada momento, una eternidad.
EL ÁRBOL DE LA CRINOLINA
En el corazón de la guerra está el desarraigo:
muchachos de mejillas sonrosadas salen de sus alegres hogares
y son conducidos a tierra extranjera.
Y en pleno desarraigo, los capullos
mordisqueados, parece que olvidáramos la pura
convulsión del árbol parroquial.
Se arranca un miembro y es su fin
o su principio, la ramita lanzada a la deriva
como botín en la tierra del usurpador.
Una tarde de mayo, mi tía me llevó
al fondo de su jardín para ver
un árbol que no lloraba, más bien reía.
Su risotada volaba desde la copa hasta el cielo,
le mostraba al viento sus encías,
rosa de crinolina, sus dedos verdes como el pino,
suaves como el pelaje de un perro que envejece.
"Los hombres lo trajeron de la guerra",
dijo, "como un sueño extraído de todos aquellos desperdicios,
hicieron falta dos países, un árbol".
Intensa fertilización: eco terrestre
del toque del Jardinero, simbólico como
los arraigos del hombre que busca una tierra más profunda
que el acero azul, frío destructor.
LADRONES NOCTURNOS
(Al comienzo de la demencia)
Ella piensa que llegan a través de los arbustos puntiagudos
por el seto espinoso. En el vientre de la oscuridad,
cada noche, llegan, mientras vigila desde el rellano
y ve cómo le roban sus atizadores incandescentes,
aunque sus dedos peludos jamás hayan prendido fuego.
Otras veces caen en picado y en bandada se llevan un trozo de césped
que será limpiamente trasplantado como primorosa pradera
en sus lisas llanuras. A veces cavan
un agujero en el seto y escarban con sus pezuñas los bordes
llenos de esas plantas de color púrpura que parecen coles.
Lo mejor que podemos hacer es seguirle la corriente, preguntarle
si fue un enanito o quizá un destacamento
de hombrecitos verdes embalando la playa de Cefn Sidan
de camino hacia más ricas ganancias. Ni una sonrisa,
y después nos guía a inspeccionar sus huellas.
No hay manera de convencerla de que
el sendero hacia la vejez es un laberinto diabólico.
¿Qué se puede hacer, entonces? Nada, salvo
prestar oído a los entretenidos cuentos de la narradora de historias
de destino y fantasía, sabiendo con certeza que
detrás del seto, en algún lugar de la cama,
el jefe de los ladrones está esperando el momento oportuno.
CU CHI
(Vietnam)
"Acurrúquese" dijo el cámara
alegremente, "cuente hasta diez, luego fije
la mirada en el ojo de la lente y sonría".
Y no hubo nadie más
que yo tratando de encogerse en aquel túnel diminuto,
nada más, salvo, por todas partes, insectos
patinando en el aire, escabulléndose, revoloteando
en aquel círculo de trompetas, con sus alas tableteadas
frotándose contra la inmundicia
de otras moscas adoradoras de cuevas,
debate ahogado por chillidos agudos
en un cenagal de corrupción,
aleteo de barro fétido, portadores de la enfermedad de los bichos
en los intestinos de los seres vivos:
agujero sobre agujero visceral.
¿Quién necesita un ejecutor
entre estos monstruos en miniatura
cuyos ojos disparan desolación?
Me levanto
salgo a la amada luz
y entiendo cómo el terror fue desollado
más rápido que a manos de cualquier Vietcong
por estos taciturnos ácaros
que se agazapaban en Cu Chi.
GRIETA
Hubo una conversación en el campamento sobre
un miembro de las SS que le había rajado el
vientre a un prisionero y se lo había llenado de
arena.
Jean Amery
Fue culpa de Dios
por dotarnos de imaginación.
Así que, un día, para pasar el rato
lo echamos a suertes, prendimos
cerillas y cerillas hasta que gané.
"No tienes agallas" gritaron.
Pero yo iba totalmente serio,
me sentía valiente, agarré el cuchillo.
Con una incisión bastaría
y entonces, sus tripas salieron como serpientes,
un Mar Rojo apestoso.
Nada más que hacer
que llenar su barriga de arena.
A estas alturas se morían de risa.
Él no pronunció palabra. Con los ojos cerrados
sólo murmuró una oración.
Daba miedo. Y miré
por si el alma se le fuera a salir.
Ni una sola palabra es mentira. No hay vergüenza.
Manda el poder. Te sorprendería
lo fácil que es abrir la carne con un cuchillo,
tanto como cascar una nuez.
LIMPIAR LA CAPILLA
Para Eifion Powell
Los celtas eran gente limpia,
en aquellos tiempos algunos aspirantes a santo
recurrieron a la arpillera y a las cenizas
pero los galeses eran una raza aseada:
se desnudaban
para lavarse, purificarse y cantar
en baños a los que llamaban capillas.
Para ellos el Espíritu era el spíritu de la limpieza,
una limpiadora armada con un trapo,
cada mota de polvo era perseguida y desterrada,
los tubos del órgano aspiraban el mal
no había un solo brillo en los ojos
ni arriba en el tejado.
Lo de mi pueblo no eran alabanzas,
más bien despojaron las capillas de todo adorno
y hasta es posible que sintieran, en mitad de una oración,
un chorro de algo, una corriente de aire cálido
que puliera sus pecados.
Y el asiento de atrás, al que llamábamos "el barco",
era un jacuzzi que nos daba en usufructo una nueva vida.
Mientras nos dirigíamos a casa, limpios, impecables,
quizá oíamos cómo se reían las ventanas,
veíamos cómo sudaban los bancos de la iglesia su barniz brillante.
EL POETA
(En Barcelona)
Que el mundo quede como nuevo cada mañana
es l trabajo del poeta.
"Me ha crecido la barba" dijo.
Pero ni navaja, ni loción para después del afeitado.
Y nos fuimos por la ciudad, dos exiliados
que huían, caminando por las calles de un domingo sin salmos.
Con la mente en su barba de tres días. Pero
"Seguro que está bien" dije "que las púas crezcan
en la barbilla de un hombre que es una espina que tenemos clavada".
Sonreíste a medias, y no había cuchillas en ninguna parte.
Regresamos con las manos vacías. Justo ayer
recordé lo que quise decir:
Podías coger la pluma,
tan afilada como una navaja, y pulir la piel con ella,
afeitar cada mejilla, suavizar cada rostro,
borrar las arrugas. ¿No afeitaste a fondo
la nación, zona a zona, pelo a pelo,
raspado casi hasta la vena, hasta que la piel boqué
y sentimos el aliento del filo antes que el bálsamo?
Dos cosas bien disparejas, el bálsamo y el filo.
como los hombres que hay en ti, uno que pincha nuestras mentes,
el otro que coloca su mano firme sobre nuestra alma.
BESO CON PAÑUELO
Traducir un poema es como besar a través de un pañuelo
R.S. Thomas
Una caricia en la oscuridad.
Éramos tan obedientes
ayer, con nuestros furtivos besos.
Hoy día, es un saludo común,
y vemos en la pequeña pantalla
cómo los dirigentes del mundo negocian la paz
con un frío abrazo,
o un beso de víbora. La lírica
traducida es como besar
a través de un pañuelo, dijo el bardo.
Por lo que a mí respecta, abrazo sos poemas entre páginas
que hacen regresar a los amantes de las palabras.
Que l poema lleve pañuelo
y deje sobre mis labios
su beso velado.
Menna Elfyn (nacida en 1952) es una poeta, dramaturga, columnista y editora galesa que escribe en galés. Ha sido ampliamente elogiada y traducida. Fue encarcelada por su campaña como activista en lengua galesa.
Vida y Obra
Durante las décadas de 1970 y 1980, Menna Elfyn fue miembro y en ocasiones funcionaria de Cymdeithas yr Gymraeg. Fue encarcelada dos veces por actos de desobediencia civil, describió la terrible experiencia de verse obligada a hablar en idioma inglés con sus padres cuando la visitaron en prisión.
Elfyn ha publicado diez volúmenes de poesía y una docena más de antologías y libros infantiles. También ha escrito ocho obras de teatro, seis obras de radio para la BBC y dos obras de teatro y varios documentales para televisión. Coeditó El libro Bloodaxe de poesía galesa moderna con John Rowlands, que ganó una recomendación de la Poetry Book Society, ganó numerosos premios por su trabajo, incluido un premio de Artes Creativas por escribir un libro sobre el sueño (Cwsg: am dro yn ôl).
Cuando Elfyn publicó sus poemas seleccionados bilingües Eucalyptus, (Gwasg Gomer, 1995), Tony Conran la describió como "la primera poeta galesa en 1500 años en dar a conocer su obra fuera de Gales". Elogió de manera similar su segundo volumen bilingüe, Cell Angel (1996).
Su trabajo ha sido traducido a 18 idiomas, incluidos italiano, español, portugués y lituano. Fue directora de redacción del Programa de Maestría en Escritura Creativa de Trinity University College, Carmarthen, y becaria literaria de la Universidad de Sansea.
Elfyn vive en Llandysul. Su hija, Fflur Dafydd, es escritora y música.
(Sacado de https://en.wikipedia.org/wiki/Menna_Elfyn )
*
Algunos poemas de Menna Elfyn,de Mancha perfecta, traducción de Eli Tolaretxipi, Trea 2011.
De Cusan Dyn Dall (2001):
A LA ESPERA
(En la consulta del médico)
Vivimos en el borde de la vida,
estamos inscritos en nuestro ir y venir,
es la marca que nos distingue.
Y este cuento de llevar "siglos" esperando
¿no es historia antigua?
Sin embargo, la enfermedad se apresura.
Las palabras, lejos y cerca de sí:
la montaña resiste bajo el cielo,
tú esperas a que una puerta se abra,
y seguimos atentos, aunque sigamos sentados.
Así pasa con lo mortal,
cada momento, una eternidad.
EL ÁRBOL DE LA CRINOLINA
En el corazón de la guerra está el desarraigo:
muchachos de mejillas sonrosadas salen de sus alegres hogares
y son conducidos a tierra extranjera.
Y en pleno desarraigo, los capullos
mordisqueados, parece que olvidáramos la pura
convulsión del árbol parroquial.
Se arranca un miembro y es su fin
o su principio, la ramita lanzada a la deriva
como botín en la tierra del usurpador.
Una tarde de mayo, mi tía me llevó
al fondo de su jardín para ver
un árbol que no lloraba, más bien reía.
Su risotada volaba desde la copa hasta el cielo,
le mostraba al viento sus encías,
rosa de crinolina, sus dedos verdes como el pino,
suaves como el pelaje de un perro que envejece.
"Los hombres lo trajeron de la guerra",
dijo, "como un sueño extraído de todos aquellos desperdicios,
hicieron falta dos países, un árbol".
Intensa fertilización: eco terrestre
del toque del Jardinero, simbólico como
los arraigos del hombre que busca una tierra más profunda
que el acero azul, frío destructor.
LADRONES NOCTURNOS
(Al comienzo de la demencia)
Ella piensa que llegan a través de los arbustos puntiagudos
por el seto espinoso. En el vientre de la oscuridad,
cada noche, llegan, mientras vigila desde el rellano
y ve cómo le roban sus atizadores incandescentes,
aunque sus dedos peludos jamás hayan prendido fuego.
Otras veces caen en picado y en bandada se llevan un trozo de césped
que será limpiamente trasplantado como primorosa pradera
en sus lisas llanuras. A veces cavan
un agujero en el seto y escarban con sus pezuñas los bordes
llenos de esas plantas de color púrpura que parecen coles.
Lo mejor que podemos hacer es seguirle la corriente, preguntarle
si fue un enanito o quizá un destacamento
de hombrecitos verdes embalando la playa de Cefn Sidan
de camino hacia más ricas ganancias. Ni una sonrisa,
y después nos guía a inspeccionar sus huellas.
No hay manera de convencerla de que
el sendero hacia la vejez es un laberinto diabólico.
¿Qué se puede hacer, entonces? Nada, salvo
prestar oído a los entretenidos cuentos de la narradora de historias
de destino y fantasía, sabiendo con certeza que
detrás del seto, en algún lugar de la cama,
el jefe de los ladrones está esperando el momento oportuno.
CU CHI
(Vietnam)
"Acurrúquese" dijo el cámara
alegremente, "cuente hasta diez, luego fije
la mirada en el ojo de la lente y sonría".
Y no hubo nadie más
que yo tratando de encogerse en aquel túnel diminuto,
nada más, salvo, por todas partes, insectos
patinando en el aire, escabulléndose, revoloteando
en aquel círculo de trompetas, con sus alas tableteadas
frotándose contra la inmundicia
de otras moscas adoradoras de cuevas,
debate ahogado por chillidos agudos
en un cenagal de corrupción,
aleteo de barro fétido, portadores de la enfermedad de los bichos
en los intestinos de los seres vivos:
agujero sobre agujero visceral.
¿Quién necesita un ejecutor
entre estos monstruos en miniatura
cuyos ojos disparan desolación?
Me levanto
salgo a la amada luz
y entiendo cómo el terror fue desollado
más rápido que a manos de cualquier Vietcong
por estos taciturnos ácaros
que se agazapaban en Cu Chi.
GRIETA
Hubo una conversación en el campamento sobre
un miembro de las SS que le había rajado el
vientre a un prisionero y se lo había llenado de
arena.
Jean Amery
Fue culpa de Dios
por dotarnos de imaginación.
Así que, un día, para pasar el rato
lo echamos a suertes, prendimos
cerillas y cerillas hasta que gané.
"No tienes agallas" gritaron.
Pero yo iba totalmente serio,
me sentía valiente, agarré el cuchillo.
Con una incisión bastaría
y entonces, sus tripas salieron como serpientes,
un Mar Rojo apestoso.
Nada más que hacer
que llenar su barriga de arena.
A estas alturas se morían de risa.
Él no pronunció palabra. Con los ojos cerrados
sólo murmuró una oración.
Daba miedo. Y miré
por si el alma se le fuera a salir.
Ni una sola palabra es mentira. No hay vergüenza.
Manda el poder. Te sorprendería
lo fácil que es abrir la carne con un cuchillo,
tanto como cascar una nuez.
LIMPIAR LA CAPILLA
Para Eifion Powell
Los celtas eran gente limpia,
en aquellos tiempos algunos aspirantes a santo
recurrieron a la arpillera y a las cenizas
pero los galeses eran una raza aseada:
se desnudaban
para lavarse, purificarse y cantar
en baños a los que llamaban capillas.
Para ellos el Espíritu era el spíritu de la limpieza,
una limpiadora armada con un trapo,
cada mota de polvo era perseguida y desterrada,
los tubos del órgano aspiraban el mal
no había un solo brillo en los ojos
ni arriba en el tejado.
Lo de mi pueblo no eran alabanzas,
más bien despojaron las capillas de todo adorno
y hasta es posible que sintieran, en mitad de una oración,
un chorro de algo, una corriente de aire cálido
que puliera sus pecados.
Y el asiento de atrás, al que llamábamos "el barco",
era un jacuzzi que nos daba en usufructo una nueva vida.
Mientras nos dirigíamos a casa, limpios, impecables,
quizá oíamos cómo se reían las ventanas,
veíamos cómo sudaban los bancos de la iglesia su barniz brillante.
EL POETA
(En Barcelona)
Que el mundo quede como nuevo cada mañana
es l trabajo del poeta.
"Me ha crecido la barba" dijo.
Pero ni navaja, ni loción para después del afeitado.
Y nos fuimos por la ciudad, dos exiliados
que huían, caminando por las calles de un domingo sin salmos.
Con la mente en su barba de tres días. Pero
"Seguro que está bien" dije "que las púas crezcan
en la barbilla de un hombre que es una espina que tenemos clavada".
Sonreíste a medias, y no había cuchillas en ninguna parte.
Regresamos con las manos vacías. Justo ayer
recordé lo que quise decir:
Podías coger la pluma,
tan afilada como una navaja, y pulir la piel con ella,
afeitar cada mejilla, suavizar cada rostro,
borrar las arrugas. ¿No afeitaste a fondo
la nación, zona a zona, pelo a pelo,
raspado casi hasta la vena, hasta que la piel boqué
y sentimos el aliento del filo antes que el bálsamo?
Dos cosas bien disparejas, el bálsamo y el filo.
como los hombres que hay en ti, uno que pincha nuestras mentes,
el otro que coloca su mano firme sobre nuestra alma.
BESO CON PAÑUELO
Traducir un poema es como besar a través de un pañuelo
R.S. Thomas
Una caricia en la oscuridad.
Éramos tan obedientes
ayer, con nuestros furtivos besos.
Hoy día, es un saludo común,
y vemos en la pequeña pantalla
cómo los dirigentes del mundo negocian la paz
con un frío abrazo,
o un beso de víbora. La lírica
traducida es como besar
a través de un pañuelo, dijo el bardo.
Por lo que a mí respecta, abrazo sos poemas entre páginas
que hacen regresar a los amantes de las palabras.
Que l poema lleve pañuelo
y deje sobre mis labios
su beso velado.
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