JOSÉ LUÍS HIDALGO (1919-1947)

Gracias, María, por estar por aquí : Con la humildad de los poetas

Otra vez tengo la sensación de tener abandonadoo este espacio...¡hay tantos y tanto autores!. Creo que debería retomar algunos de esos autores que , en su momento, tuvieron una influencia determinante en mí y hoy andan dormidos. Voy a despertar a J.Luís Hidalgo sin ruídos:
 
"Bajo la inmensa noche soy un inmenso SÍ.S
Soy un inmenso SÍ  que confirma su vida,
un SÍ que palpita o afirmación rotunda
de que soy, de que existo y moro sobre la tierra.
Bajo la negra noche, bajo el cielo profundo,
bajo el cuerno azulenco erizado de estrellas
me siento transcurrir como un solo latido
que estremece en el aire su corazón temblante.
 
YO LLEVO AQUÍ LA VIDA.
 
Esta vida que encierra como una mano el mundo,
la vida o subterránea corriente de clamores
que baja hacia la tierra como serpiente viva
o se eleva cantando de amor hacia la luna.
¿No la sentís?
Es la savia del mundo que pasa por mi cuerpo,
la corriente que gira, cegor inagotable,
voz de retorno eterno por un mismo camino.
 
SÍ, SÍ, siento que me confirmo
porque soy para el mundo causa de su presencia" ( J.Luís Hidalgo. "Así me iré afirmando"; de Raíz en  Cuatro poetas de Hoy)

Excelente, me gusta mucho este poeta Pascual, la verdad es que hay tantos y tan buenos que no se sabe por donde seguir, este foro es muy rico, y gracias a ustedes, principalmente a ti.-

PD:

porque oy para

Aquí me parece que es "soy" (al fin del poema último) y que se te escapó la s, si es así, dímelo y lo corrijo si tu no puedes, abrazos y gracias amigo

Sí, Walter, es "soy". Gracias por tu presencia aquí. Pero este espacio, afortunadamente, es una obra colectiva. Quizás algo "caótica" - pero mi sentido del orden es tan primigenio como el big-bang-. Y en esa obra colectiva participan María, Pedro, Cecilia, Lluvia, Samara, Juan, Helena... Y los que estén y yo no nombre que se den por aludidos: insisto, una obra colectiva.
He regresado con J.Luís Hidalgo porque aunque es menos conocido que Pepe Hierro, Blas de Otero o Gabriel Celaya su poesía es impactante. Y creo que era necesario recuperarlo.
Un abrazo.

Me gustarí hablar criticamente de J. Lís Hidalgo. Criticamente no en su acepción de censura sino basándome en su significancia dentro de las "reglas del arte". Para ello tendría que hacer, de modo previo, un estudio crítico sobre mis conocimientos de esas reglas... Y la conclusión sería bastante desfavorable para mi intención. Pero es que ya lo he dicho muchas veces. Yo estoy en esto porque la poesía me renueva, nunca me adormece, siempre me convulsiona. Y hay autores a los que tengo que volver  necesariamente. José Luís Hidalgo es siempre uno de ellos...

"¡Estoy notando en la sombra
mil frailes encapuchados!
Las sábanas me dan frío,
madre.

Estoy oyendo pasos
por la alfombra. El aire
del cuarto está lleno de algo,
de no sé qué. Hay por el silencio
como una sombra. Largo
escalofrío en mi carne
¡y veo pies sonámbulos!" (J.Luís Hidalgo.  Cuatro poetas de hoy. Pág.-60)

(Dejo sólo este poema. Yo creo que su belleza exige más de una lectura. Y penetrar en él o dejarse penetrar por sus versos)

Que maravilla de poema, es exactamente de los poemas que me impactan, esos poemas que primero te sacuden, que al volver a leerlo te entra por la cabeza y al terminar su lectura te estremece el alma. Brillante, para mi, brillante.
Gracias Pascual otra vez. Abrazos

Es curioso, Walter, pero José Luís Hidalgo debido a su pronta muerte no es muy conocido en España. No lo es tanto, al menos, como Celaya, Otero o Pepe Hierro - todos de la misma Generación, una Generación castigada por la sombra de un levantamiento militar y una guerra subsecuente-. Su profundidad, sin embargo es tan grande que nadie queda indemne su lectura. Y sí, siempre hay que leerlo varias veces. Seguiré poniendo poemas suyos y haciendo algún comentario.
(Mi ordenador se come cada día más letras -a,s,l,r,v...-. Me resulta casi imposible trabajar con él. Intenta animar a Isabel Nuñez para que continúe. Es un valor seguro. Un abrazo.)

"LA SOMBRA RETORNADA

Dímelo tú, sombra,
tú que has estado.
¿Qué país era aquél,
aquél de tu reinado?
¿Qué país era aquél
de los cielos gemebundos,
de las estrellas frías,
de los cadáveres helados?
¿Qué país?
Díme..."

- - - - - oooOooo - - - - -

"PALABRA

Buscar la palabra,
una sola palabra,
la palabra exacta
que sea el grito del alma.
Los corazones la buscan,
pero están ciegos. La palabra
aún no es. Cuando sea
tendremos que encontrarla.
Busca.

- - - - - Busca, poeta, la palabra"

- - - - - oooOooo - - - - -

"VIENTO

Mil vientos de manicomio
volando están por el aire
- - - - - ( media docena de locos
- - - - - andan sueltos por las calles).
Un toro de tres mil cuernos
llamando está en los cristales.
- - - - - ¿Quién pondrá diez mil tapones
- - - - - al viento para callarle?
Nadie se atreve a ponérselos.
Nadie. Nadie, Nadie"

(LOs 3 poemas de J.Luís Hidalgo. "Cuatro poetas de hoy")

Sobre "Los muertos", último libro de J.L.Hidalgo ( bueno el último ,posiblemente, sea "Canciones para niños") han opinado diferentes autores y poetas expertos. Así:
 
- GERARDO DIEGO: " El poeta es de esa egregia familia" , refiriéndose a la que ha nombrado antes, y que va desde Job a Unamuno y Antonio Machado, y añade: "No importa que el vocabulario se repita, que los temas se reiteren una y otra vez en la gran sinfonía limitada de la muerte. Lo que se pierde en extensión se gana en profundidad o altura, se  desquita en concentrada esencialidad, y al final ya no sabemos si hemos leído un libro de muertos o un libro de vid plenaria y gozosa; si hemos obrevolado el santo campo de las tumbas o el celeste campo de las estrellas"
 
- CLAUDIO RODRIGUEZ, por su parte, dice: "No creo exagerar si afirmo que muchos de su fragmentos pertenecen a lo más bello, a lo más trascendente de la riquísima poesía de este siglo"

(Opiniones obtenidas de la Introducción al libro "Los Muertos"; "Temas de España", Ed. Taurus, 3ª Edición, 1966).

"VIENES COMO LA OLA

Vienes como la ola -azul- de mi alegría
te vas como la nube -negra- de mi dolor" (J.Luís Hidalgo. Cuatro Poetas de Hoy)

- - - - - oooOooo - - - - -

"SIEMPRE, NUNCA...

Siempre, nunca... Dos palabras
que no pueden ser verdad.
Eso que está siendo, luego
no se volverá a encontrar.
Lo que nunca ha sucedido
acaso sucederá.
Siempre, nunca... Dos palabras
y palabras nada más.
No las digas, no las pienses,
nadie sabe dónde van.
Las palabras son plabras
nada más" (J.Luís Hidalgo. Cuatro Poetas de Hoy)

- - - - - oooOooo - - - - -

"PIENSO A VECES

Pienso a veces que el mar es la nostalgia
de lo que siempre está: nostalgia de nostalgia,
de un irse de sí mismo a su recuerdo
más azul, más hondo, más eterno...

Y pienso en nuestro amor que algunas veces
sueña con la idea de no serlo,
en huir de sí mismo y contemplarse
aun más alto, más puro, más sereno" (J. Luís Hidalgo. Cuatro Poetas de Hoy).

Lo muevo a Poesía Libre...

Hola,me encontré con esta sorpresa y he comenzado a leer vuestras grandes aportaciones.Mi tiempo anda un poco pillado,pero os prometo que iré disfrutando de este poeta y su poesía con los tiempos que se me concedan.
Dejo algo de él,he leído que le llamaban ,el poeta de los muertos .
Besos.


Los muertos

Hoy vengo a hablarte, mar, como a mí mismo.
Como me hablo cuando estoy a solas,
cuando alejado de los tristes días
que nos contemplan desde el ojo humano
acerco el ascua tenebrosa y sola
al principio del ser, a las raíces
donde alborea, matinal y oscura
la caricia primera de la tierra.

A hablarte vengo, mar, como a mí mismo,
en esta noche mineral y lúcida
mientras la luna, desde arriba, arroja
sobre los mundos una luz calcárea
y en el bisel del horizonte hiere
su duro, lento y solitario hueso.

Desde hace siglos sin cesar palpitas
tu blando corazón contra las rocas
que ante tu orilla, para siempre oyéndote
se bañan mansamente o se derrumban
fingiendo limos, donde solo existen
aristas de ira para tus entrañas.

Hoy vengo a hablarte, porque tú, conmigo
nacistes y sin cesar crecimos
cuando en la rosa del albor primero
con vesperal y fabuloso ojo
detrás de los helechos acechaba
el paso de los corzos y la sangre,
empapando la tierra, me llamaba
hacia los bosques, como el fuego ardiente
de una lejana y cegadora estrella.

En esta noche en que mi historia acaba,
en que los siglos sordamente suenan
bajo las plantas de mis pies desnudos,
bajo la tierra donde crecen árboles
y las palomas y las flores vuelan
junto a la hermosa garra de las águilas...
A ti, acudo, mar, en esta hora
porque el destierro de tu voz me llama
y en el hondón de mis entrañas siento
removerse otra agua clamorosa.
Tú solo, mar y mar, gimiendo
la soledad tremenda del que a nadie
puede decir su soledad. El mundo,
las lejanas estrellas que podían
escuchar tu dolor o presentirlo,
estaban lejos, porque Dios quería
tu sola soledad, tu dolor solo
como un terrible cántico a su gloria.

Quieta y muda, la tierra, duramente
diques ponía a tu invasora forma
que imitaba la vida de los pétalos
o la erizada furia de la selva.
-Nunca nos conocimos. No sabíamos.
Distintas nuestras sangres se ignoraban:
la tuya verde, transparente y única;
la mía roja, sordamente múltiple...-

En esta noche, mar, en esta noche
cuando la luna desde arriba arroja
sobre los mundos una luz calcárea
y en el bisel del horizonte hiere
su duro, lento y solitario hueso,
yo te pregunto lo que están buscando
ese fragor dulcísimo de manos,
esas inmensas lágrimas que chocan,
el eco interminable de las aguas
que como cuerpos sobre ti se aman.

Dime qué buscas, mar, qué es lo que busco
cuando temblando de la orilla huyes,
cuando temblando del amor me alzo,
cuando la mano en mis entrañas hundo
y golpeo sobre ellas como un látigo
cuando royendo la caverna oscura
te rompes con horror contra un peñasco
o ya en la calma de una tarde triste
acaricias, soñando, antiguas playas...

En esta noche, mar, en esta noche
en que mi sino solitario tiende
su milenario cuerpo por tus costas
mientras los viejos musgos y los líquenes
prenden grises hogueras a tu orilla
donde queman su óxido de sombra
las invisibles razas invernales
que algún día se fueron de la tierra
yo pregunto el destino de los muertos
que antes que yo nacieron y gimieron
para darme a la luz, de los que en siglos
y siglos, se tendieron como gérmenes
para que el fuego vivo de mi cuerpo
alma les diera cuando los recuerde.
Yo pregunto el destino de su sangre
corriendo como un río sin orillas
al inquietante reino donde todo
-la carne con la carne, el cuero húmedo,
la tierra junto al tacto deshaciéndose-
forman breves coronas desoladas,
transparentes cenizas que se rinden.

Busco en la sombra. Allá, por los confines
de la mano que elevo como un pájaro
más alta que mi frente. Aquí termina
todo entero mi ser, la carne acaba
y comienza la estela de los astros,
la clamorosa luz de las estrellas.
Aquí comienza el mar. Yo soy el único
junto al que habita solo, desde siempre,
la eternidad errante de la tierra.
Aquí comienza el mar, aquí termino.
Solo después que yo mi voz humana,
un recuerdo sereno en el vacío.

-Por debajo de mí los enterrados,
como fríos veleros, navegando
por otro mar sombrío, el de la muerte,
donde un viento, que es tierra, los empuja
hasta el confín ardiente de mi vida.
Dios no pregunta, porque Dios se basta.
La tierra calla, porque nada espera.
El mar hermoso, bajo los luceros,
y el hombre solo, bajo los planetas,
su muerte inútil, sin morir, rechazan
contra la roca ciega del futuro.

Llamarlo así, "`poeta de los muertos", Lluvia, es extrapolar el título de su obra fundamental "Los muertos" a su "elan vital", que dirían los franceses. Ni si, taxativamente ; ni no, dogmaticamente. Ya hemos explicado más arriba diferentes sensibilidades a ese libro:
 
"Intenso, melancólicamente, José Luís Hidalgo, aún sano de cuerpo y con el espíritu férreo, iba gestando los escalofriantes, hermosos poemas de Los Muertos. Casi desposeído de las resonancias anteriores -Alberti, Lorca, Aleixandre, especialmente-, va apareciendo en cada uno de ellos como el poeta hondo, estremecido de altas pasiones que fué en sus años últimos.
Su pagano misticimo, las torturadoras interrogantes que se le abrían en cada instante, se le resuelven y aclaran  a través de un universo mágico de nubes, aguas, sombras y lunas. La presencia de Dios queda infula en Los muertos, es decir en el alma del poeta" (CUATRO POETAS DE HOY. María de Gracia Ifach. Pág.  10).
La exégesis que hace María de Gracia en este libro, pese a su brevedad es perfecta. Y una buena introducción para adentrarse después en el libro.  
 
Aunque estaba por otros lares, expongo el siguiente poema y se lo dedico a Lluvia. Espero que siga colaborando. Y a María Lua, que con su mágica mano, lo ha recuperado.
 
"EL SUEÑO DE DIOS
 
Brizna de eternidad, voy por el sueño
que el mismo Dios, en esta noche, duerme.
Celeste azul, donde un ángel sombrío
ha incendiado la estrella del poniente.
 
 
Aquí, en la tierra, donde el hombre habita,
ha doblado el terror su negra frente.
Duerme, duerme el Señor, duerme, sin ojos,
en la noche total que lo sostiene.
 
 
Podéis amar, que su mirar terrible
no ha de saber lo que los cuerpos quieren;
dejad que el corazón baje a la tierra
y moje la raíz en su corriente.
 
 
¡Amad, amad! Todo el dolor del mundo
su caliente huracán desencadene,
y sea sólo amor, que duerme elodio
que al fondo del amor brillaba siempre.
 
 
Pero Señor, Señor, tu eternidad ardiendo
jamás podrá apagarse en esta frente.
Tus hondos ojos, desde mí, te miran,
un sombrío velar, hasta la muerte" ( JOSÉ LUÍS HIDALGO. LOS MUERTOS. TEMAS DE ESPAÑA. Tercera edición, 1966. Pág.-53)

me deleito leyendo, gracias por tan hermosos versos,
mis cariños

LILI

Muchas gracias,amigo Pascual.Ahora tengo que irme,pero si,estaré presente y sigo leyendo.Me gusta la poesía de José Luis Hidalgo y sinceramente,lo conocía muy poco.
Besos ,poeta
PD
María,gracias a tí también y sobre todo por traerlo a libres,no lo hubiera pillado de no ser así.
Más besos

Gracias, Lilí, por pasar por aquí. A ti, a María, a Lluvia, a Walter... a todo compañero interesado en José Luís Hidalgo le recomendaría además de hacerse con el libro "Los muertos" - no creo que cueste más de 6 o 7 euros- los estudios críticos sobre el autor, fundamentalmente de María de Gracía Ifach. En la red, FUNDACIÓN VIRTUAL MIGUEL DE CERVANTES, hay un buen estudio sobre José Luís. Yo iré exponiendo algunas cosas - y cuando pueda iré dejando los comentarios que mi hija, Inmaculada López, fue haciendo sobre los poemas de este libro cuando estudiaba Filología-. En esta misma FUNDACIÓN, en sus páginas, viene una selección amplísima de poemas, tanto de Los muertos , como de Raíz, Los animales, etc.

En ese estudio que menciono, el preámbulo dice: " Tras sus inicios vanguardistas, José Luís Hidalgo, orientó pronto su poesía hacia los dos temas que vertebran, en clave existencial, la obra de su joven madurez: la muerte y Dios. Su último libro, que su precocísimo fin le impidió ver impreso, fue concebido como un homenaje a los muertos de la Guerra Civil, pero desboda la intención originaria del autor e incluso su condición de profecía repecto de su propia muerte y hoy se lee, más allá de interpretaciones contingentes, como un impresionante y lapidario(1) canto funeral"

(1) Es curioso pero todas las acepciones de la palabra caben aquí: aunque parezcan contrapuestas.

ABIERTO PARA TODO EL MUNDO


Me penetran hoy hasta los mismos ángeles.
Puedo ser cualquier cosa:
una aguja en la noche
o un barrendero vestido de domingo.

Es lo mismo.
Estoy vacío. Podéis traer cualquier traje
y encarcelarme en este armario deshabitado que tengo sobre el pecho.
Podéis también
enhebrarme los oídos con un árbol
y hacerme andar a fuerza de microscopios.
Cualquier cosa.

No necesito deciros que a mi sangre
le he regalado un pasaporte para que emigre a la luna.
Ahí tenéis mi espalda.
Abridle una fosa
y enterrar en ella cuatro piedras
y el tricornio del guardia civil de los bigotes azules.
Repito que es lo mismo todo.

Podéis enterrar también un caballo,
así su calavera no nacerá después sobre la frente
con un hermoso color verde.
Os entrego mis manos
para que las metáis en botellas
o, si queréis, en jaulas;
pero si hacéis esto ultimo
conviene que cada dos años les deis algunos pechos de mujer
para que no olviden las caricias
y sean canarios en vez de manos.

Aplicad los oídos a mi pierna.
¿No lo sentís?
Es una flor que ha nacido en la tierra
y me crece por dentro del hueso.
Cuando llegue a la rodilla me sentare
para que no tenga mas remedio que suicidarse.
Seria triste que me llegara hasta la boca
y tener que aguantar su sabor
a jardines y jardines durante el invierno.

Ya os he dicho que estoy vacío.
Soy un saco sacudido.
Cualquier cosa me penetra.
Sobre el estomago tengo una carrera de caballos
cuyo galope es el que me hace latir las arterias con fuerza.
Fijaos bien.

Un río me nace de la nariz y crece para adentro.
Tiene una mujer desnuda que se baña en sus aguas.
Haced de mi lo que queráis.
Fregad los tejados conmigo.
Limpiad al sol el mosquito que tiene dentro del ojo.

Seré si queréis hasta la escupidera del cielo.
Solo os pido una cosa:
que no me convirtáis en pila de agua bendita,
yo no podría contener agua parada toda mi vida
con solo las noticias que me traen los dedos lacios.

Que no me quitéis tampoco la mujer desnuda
que se baña en mi sueño.
Lo demás me es lo mismo.

Jose Luis Hidalgo


ASESINATO

El sueño de aquel hombre que tenia un crimen sobre la frente
andaba doblándose y desdoblándose por las esquinas.

En las ventanas de toda la ciudad
empezaron a apagarse aquellos ojos parpadeantes,
que querían contemplar hasta lo ultimo
la extraña agonía de la noche.
Bajo la tierra, los arboles
apresuraron el doloroso entierro de sus raíces.
(La luna estaba a punto de escupir sangre
en su penoso esfuerzo por desgarrar las tinieblas).

Dentro de las casas
las corbatas se deslizaban bajo las puertas
y cuando una mano invisible
encendió la luz
no pudo ver que eran serpientes
que iniciaban su huida
hacia los zapatos vacíos.

(Había en el aire un sabor de timbre estrangulado
que recorría el silencio como un escalofrío).

Y el hombre del crimen sobre la frente
andaba, loco, por los bordes de la noche,
buscando su sueño
en todos los rincones de la sombra.

JOSE LUIS HIDALGO

Gracias, Lluvia. Llevo desde las cuatro intentando acceder al Foro. Y recién lo consigo, tras dos horas infructuosas en las que mi ordenado se ha reído, con saña, de mí y de mis intenciones. Practicamente no puedo leer nada en el Foro; pasar de un poema a otro es un suplicio y crear y colgar un comentario un desesperción. Pero bueno, lo intentaré...

Dos revistas tienen una influencia importante en José Luís Hidalgo. La primera de ellas, de su ciudad natal, Santander. PROEL, fundada en 1944, bajo el patrocinio del ATENEO DE SANTANDER. Se han descrito en dicha revista dos etapas (44/45 , y 1946/1950). Enrique Sordo, Carlos Nieto y otros son los impulsores de la idea... Pero en la misma publican autores de reconocido prestigio tanto nacional como internacional. En la primera etapa además del autor en el que estamos inmersos, José Luís Hidalgo, destacarían José Hierro; Carmen Conde; Gerardo Diego; Carlos Bousoño; José Luís Cano; Dámaso Alonso...
En la segunda etapa Pedro Salinas, Pedro Laín Entralgo y autores extranjeros de la talla de André Gide; William Faulkner o Ernest Hemingway.
La otra revista, CORCEL, fundada en Valencia , donde José Luís se había desplazado para realizar el Servicio Militar obligatorio, y en la que participaron autores como Ricardo Blasco, Jorge Campos y Vicente Gaos...
En 1943 José Luís participa en la Primera Edición del PREMIO ADONAIS de poesía. Lo hace con su libro, Raíz, e impulsado por amigos que habían previsto la calidad de su poética. En n ese certamen obtiene una Mención, junto a otros autores de gran calidad y trascendencia en la lírica española de postguerra: Carlos Bousoño; Blas de Otero o José María Valverde...( sería muy interesante hacer un recorrido histórico por el PREMIO ADONAIS: tanto pos sus ganadores como por aquellos que sólo obtuvieron Mención o Accesit).
En cuanto a figuras poéticas, dos contemporáneas ejercen su influencia sobre él. Vicente Aleixandre ( protector siempre de lo imposible - lease también Miguel Hernández-) y otro autor santanderino con el que le uniría una amistad inquebrantable: Pepe Hierro.
María de Gracia Ifach; Jorge Campos... Cualquier autor que haya hecho un estudio crítico de la obra de Jose Luís Hidalgo ha venido a remarcar de manera sustantiva que lo que define la obra de este autor , tan tempranamente desaparecido, ha sido la muerte ( y su cohorte emocional). La muerte como hecho definitivo de un dolor subyacente en la historia de su pueblo ( y en la suya propia - téngase en cuenta que en uno de sus primeros trabajos fue enviado a Extremadura para realizar una suerte de estadística sobre los caídos en la guerra); y, sin que se sepa muy bien cómo ni por qué, dolor premonitorio de su propia desaparición física. Y claro dentro de la Cohorte emocional mencionada queda el propio ser humano; su percepción del tiempo y, como no puede ser de otra manera, su propia trascendencia: Dios. A Él se dirige; con Él dialoga; con Él discute... en un especie de batalla de antemano perdida: porque definitivamente a Él se abraza en una suerte de mística de tal calidad que no se recuerda desde los años del clasicismo castellano ( y de Unamuno y Antonio Machado).

(Cont.)

Gracias a tí,mi querido Pascual, y ya sabes,paciencia con la informática,nos suele jugar malas pasadas.
Interesante todo lo que he leído hasta ahora.Seguiremos aprendiendo.
Besos.

Aparece en la biblioteca de Gerardo Diego un poemario inédito de José Luis Hidalgo
La Fundación publica estos días la reproducción facsimilar de los 'Diez poemas junto al mar', libro de juventud del poeta de Torres




Diez poemas de temática marina del poeta José Luis Hidalgo se escondían entre las páginas de un libro perteneciente a la Biblioteca de Gerardo Diego. La catalogación de los volúmenes que integran los ingentes fondos del poeta, que habitan en su mayor parte en la Fundación santanderina, Centro de Documentación de la Poesía Española, dio como fruto la aparición de este inédito de juventud de uno de los poetas de referencia del siglo XX.

Autor cuyo celebrado talento quedó truncado por su fallecimiento prematuro -acaecido el 3 de febrero de 1947 en el madrileño Sanatorio de Chamartín de la Rosa- tras dejar una obra trascendental, 'Los muertos', siempre citada y estudiada.

Un libro publicado en ese 1947 que, el propio poeta, por pocos días, no llegó a ver impreso.

El inédito que ahora sale a la luz cuyo volumen original está escrito a máquina por el propio escritor y pintor entre 1937 y 1939, encabezado por el soneto 'Umbral' de José Hierro, está dedicado a Manuel Concha y Manolo García Cantalapiedra. El volumen original forma parte de la biblioteca personal de Gerardo Diego y contiene los poemas 'Umbral', 'Playa', 'Mar', 'Camino de Agua', 'Tormenta', 'Campo', 'Olvidado del mar', 'Ventana', 'Mar entre casas', 'Acaso Cabo Mayor', y 'Sardinero'.

La obra ve la luz editorial junto con el segundo pliego 'La Sorpresa', dedicado asimismo al poeta de Torrelavega y reúne los tres artículos que Gerardo Diego dedicó a José Luis Hidalgo en el año 1947 con motivo de su repentino fallecimiento.

De su poesía se ha destacado los reflejos de la angustia vital, la lucha interior con su conciencia y su propia naturaleza humana y la presencia ineluctable de la muerte; una poesía de conflicto religioso. En el último año se ha cumplido el sesenta aniversario de la muerte del poeta cántabro José Luis Hidalgo.

Durante su breve vida, estuvo influenciado por un significativo número de maestros, entre los que cabe destacar precisamente a Gerardo Diego, pero quizás con quien mantuvo un vínculo más estrecho y directo de amistad y contacto fue con el premio Nobel Vicente Aleixandre.

Sobre el descubrimiento

Junto al facsímil y al pliego citados, la Fundación Gerardo Diego ha publicado también un amplio texto obra del poeta santanderino José Antonio González Fuentes,-editor, asimismo, entre otras obras de 'José Luis Hidalgo. Poesía completas' en la editorial DVD-, en el que recoge notas explicativas sobre el descubrimiento del poemario inédito entre las páginas de un libro de la biblioteca de Gerardo Diego cuando se realizaban labores de catalogación en la sede de la fundación santanderina. González Fuentes se plantea por ejemplo qué hace este ejemplar con diez poemas de Hidalgo de temática marina en la biblioteca del autor de 'Manual de espumas'.

A su juicio, «cualquiera podría contestar a la pregunta. El jovencísimo poeta primerizo e inédito que confecciona libros de versos mecanografiándolos, hace copias de uno de ellos y las envía a amigos y a algún poeta mayor para conocer su opinión al respecto.

En el Santander de finales de los años 30 el poeta mayor por excelencia, el faro y posible guía de quienes escribían versos en la provincia no podía ser otro que Gerardo Diego», precisa.

Los artículos incluidos en este segundo pliego abordan reflexiones sobre los libros de Hidalgo: 'Raíz', 'Los animales' y 'Los muertos', considerada su obra cumbre..

El poema de Gerardo Diego 'José Luis Hidalgo' pertenece al libro 'Centenario civil' publicado en 1972 por Plaza & Janés en su colección 'Selecciones de poesía española'.

El artículo 'José Luis Hidalgo' fue publicado en ABC el 23 de febrero de 1947. 'Raíz' y 'Los animales' se publicó en Alerta el 6 de abril y en Solidaridad nacional el 8 de mayo de 1947. 'Los muertos' en Alerta el 12 de abril y en Solidaridad nacional el 19 de junio de 1947.

'La obra lírica'

Los tres artículos vieron la luz conjuntamente con el título colectivo de 'La obra lírica' en la revista valenciana Corcel en un número extraordinario (13-15) de 1947, en un homenaje póstumo de sus amigos al joven poeta y pintor.

En 1971 Aurelio García Cantalapiedra recoge los tres artículos en su 'Verso y prosa en torno a José Luis Hidalgo', publicado por la Institución Cultural de Cantabria.

La colección de poemas inéditos viene a sumarse a una trayectoria marcada por la preocupación por lo oculto, por lo trágico de la existencia, «por las corrientes subterráneas que arrastran fragmentos de vida a un mar virtual se remonta a sus primeras composiciones, agudizándose en los últimos años de su vida», como ha señalado el poeta Carlos Alcorta en su retrato del poeta.

Como recuerdo a Hidalgo, tras la efemérides reciente del 60 aniversario de su muerte, la Fundación Gerardo Diego los publica ahora en su segundo pliego 'La sorpresa'. La viñeta de portada corresponde a un dibujo del propio poeta y pintor realizado para la portada de su libro 'Los animales', dedicado a Gerardo Diego y publicado por Proel en 1945. El primer pliego estuvo dedicado además a la figura de Juan Ramón Jiménez.

INICIACIÓN

Clamores desde el fondo.
Se crispan las palabras como serpientes vivas,
como aullidos que salen del crujir de los parpados
y se vuelven de acero llorando ante la luna.
Y sobre todo esto:
las tinieblas movibles como un cieno de aceite.
No puedo remediarlo:
lo tengo todo dentro y tengo que escupirlo,
arrojarlo de mi con un asco profundo,
como un hijo maldito
como un aire parado en mis articulaciones.

Amigos, me duele la sangre.
Mis entrañas se crispan,
se derrumba mi frente.
Y no,
aun no es bastante.
Me tengo que desgajar bajo el parir terrible,
bajo este intento inútil de enseñaros mi fondo,
de querer darle alas a lo que va a nacer muerto,
va a nacer repelente,
no querido de nadie.

Pero algo surge amigos, algo surge y me invade,
algo que no se calla, que necesito expelerlo,
que me abrasa por dentro,
que quiere abrirse en voz
cantando en vuestras fibras.

Mirad:
las estrellas palpitan contra la misma tierra
como un corazón sobre mano extranjera.

Miradlo:
los pájaros de aplanan iguales a su sombra
ante el cielo blancura que les castra las alas.
El aire es sobre la tierra mustia flor en un libro.

Miradme:
solo soy un anhelo de salir de estas ondas,
de salir de estas ondas y estos pozos sin fondo,
pero el cielo me aplasta con su cercano techo
como un caparazón,
como una costra de sangre,
como un silencio apagado debajo de una herida.

No importa, amigos, no importa.
Miradme bien, miradme, os invito a mirarme.
A fuerza de quemarme os mostrare mi fondo
y veréis bien desnudo todo ese charco amargo.
Escuchad los clamores, amigos.
Escuchadlos.

JOSE LUIS HIDALGO


TORMENTA

La tarde quiso cantar
una canción larga y clara
y un gran suspiro de luz
se le murió en la garganta.
Tristes lirios cenicientos
por el poniente lloraban
lagrimas de azul y rojo
entre las brisas aladas.
Vírgenes negras venían
poblando el viento de espadas
y el cielo empezó a gemir
llantos obscuros de agua.
La tarde se quedó sola
con las greñas desatadas
sueltas al aire de plomo
que se llenaban de plata.
Sus muslos verdes y tersos
en la soledad temblaban
frías preguntas a un aire
de respuestas apagadas.
La tarde quiso cantar
una canción larga y clara
y un gran suspiro de luz
se le murió en la garganta.

JOSE LUIS HIDALGO

Hacia días que había visto este post y por el tiempo corto que disponía no había entrado.
Hoy lo hice y me encontré con una poesía intensa, profunda de un autor que no conocía. Gracias por enriquecer el foro y darnos la oportunidad de hacerlo cada uno leyéndolo. A tí Pascual por darlo a conocer y a Lüa, Lluvia, por los aportes tan ricos que hicieron luego.
Gracias a todos. Volveré, porque se debe disponer de mucho tiempo para comprender la naturaleza de su melancolía, la intensa profundidad de sus preguntas existenciales, todo en él es atrapante.
Gracias
Ana

Absolutamente todo en él es, como dices, Ana, "atrapante". Decía LLuvia más arriba que José Luís era conocido como el poeta de "la muerte". Ya dije que no era totalmente así. Y sí. Sí, porque a través de ella, nos descubre ese mundo que todos sabemos que está ahí pero nos da miedo tocar para que no se abra de forma premonitaria. Ningún otro autor ha sido capaz de tocar el tema con la intensidad que él lo hace.
 
El libro "Los muertos" está dividido de la siguiente forma:
 
I.- Lo abre el poema "Silencio":
 
"Silencio sobre el mundo. Va espesando sus alas
la grave mansedumbre del corazón que escucha..."
 
Escrito en versos alejandrinos. Y ya se nombran en él los cuatro temas sobre los que girará el contenido del poemario : El Hombre; la muerte; el silencio y Dios.
 
Contiene, esta primera parte 16 poemas. Escritos los restantes en versos endecasílabos. La muerte, como es lógco, se reitera: "Muertos bajo el agua" ( poema nº 4);  "Flores bajo los muertos" (p. nº 5); "Nubes sobre los muertos" ( p. nº 6)... Y así.
Esta primera parte concluye en el poema "Amanecer".
 
Como ya dije, este poemario - al que yo profeso devoción- fue usado por mi hija, Inmaculada López, para hacer un "Estudio crítico sobre la poesía de José Luís Hidalgo" en segundo de carrera ( Filología Inglesa). Ese trabajo mereció ser premiado con matrícula de honor. ( Ya conocéis el trabajo que mi hija realizó sobre Walt Whitman). Pero desapareció. En aquel entonces el ordenador no era de uso común y no queda copia del mismo ( si hay copia del segundo trabjo mencionado, que mereció, como ya dije en su día, la misma calificación). Pero no está del todo perdido. Creo que transmití a mis hijos la pasión por los libros : y en esa pasión , como parte indeleble de ella, está el diálogo que se establece entre las páginas del libro y el lector; y que se traduce en subrayados, comentarios al margen... Hoy, esos esbozos, son el testigo fiel de lo que afirmo. Y así, retrotrayéndome nuevamente al poema que concluye esta primera parte, "Amanecer", los comentarios al magen de Inmaculada son :
 
(1) "Este poema presenta , por un lado, la concepción de la vida, complemento de la visión de la muerte. Por otro lado encontramos la culminación de aquella "esperanza"  que más de una vez hemos registrado como consuelo final: el sentimiento y gozo de Dios, quizás, como anuncio de la segunda parte de "Los muertos" que, como dijimos al principio, representa el encuentro del poeta con Dios" (Inmaculada López. Apuntes para "Estudio crítico sobre José Luís Hidalgo").
 
A continuación ese poema para volver a captar lo que ella dice: "AMANECER"
 
"Cuando los ojos de Dios se abren,
amaneciendo por la tierra,
y, sobre el mundo de los vivos,
se derrama su transparencia,
 
yo abro los míos para todo,
y en todo veo Su belleza
y comprendo que si he nacido
es porque Él quiere que así sea.
 
Mi alma entera se desnuda
de la materia que está presa,
y una luz pura me traspasa
y como un agua azul me anega.
 
Agua de siglos, me has llegado
del fondo ciego de la alberca.
Luz incesante que de Él brotas,
para los hombres , agua eterna,
 
ya me he mojado y he bebido
hasta saciar mi sed inmensa,
y te miro, desde la orilla,
y no comprendo que no muera" ( J. Luís Hidalgo. "Los muertos")
 
Hay otro comentario marginal de Inmaculada, al final de este poema. Dice así:
 
"Aparece en este poema la idea de que el alma es el elemento de pureza en el hombre; sólo precisa liberarse del cuerpo para encontrarse con Dios. Está ya convencido el poeta de que la felicidad es sólo posible en la muerte y no comprende que "no muera" ". (Inmaculada Lopez. Apuntes para "Estudio crítico sobre José Luís Hidalgo")
 
Una consideración más. El protagonista es siempre el libro. Y el diálogo que con él establecemos. Las acotaciones, los comentarios al margen...están hechos a lápiz - nunca con tinta de pluma o bolígrafo, para no adquirir un protagonismo que no le corresponde-. Inmaculada tienen 39 años. 19 años después de haber hecho esas anotaciones, de haber establecido ese "diálogo" con mi libro, las anotaciones están casi borradas y he de usar una lupa para descifrar muchas de sus palabras. Hoy , el momento lo requiere. Y para mí, podréis entenderlo, es de una gran belleza. La culminación de aquella idea transmitida, cuando tenía 14 años, por mi profesora de Lengua y Literatura, Lola Ordoñez, de que un libro no está hecho para una estantería, "lo más lejos que debe estar de nosotros" -  decía - "el al alcance de la mano, en la mesilla de noche".
 
II.-
 
La mayoría de los poemas , ahora, en versos alejandrinos. Aunque algún poema siga en endecasílabo. Desde "Mano de Dios" a  "Llega la noche". Poemas de una intensidad tal que pareciera "un pecado" pasar de uno a otro sin haber releído al primero tantas veces como nuestra capacidad de"diálogo" nos permita. Sólo 11 poemas. Estamos en la cumbre de la "mistica" y la "trascendencia" del ser humano en nuestra lengua; parangonable tan sólo al clasicismo de
 
"No me mueve mi Dios para quererte
el cielo que me tienes prometido..." (Anon.)
 
Quizás esté hablando apasionadamente - y se me note-. Pero mirad... Como botón de muestra:
 
"SI SUPIERA , SEÑOR"
 
"Si supiera, Señor, que Tú me esperas,
en el borde implacable de la muerte,
iría hacia tu luz, como una lanza
que atraviesa la noche y nunca vuelve.
 
Pero sé que no estás, que el vivir sólo
es soñar con tu ser, inútilmente,
y sé que cuando muera es que Tú mismo
será lo que habá muerto con mi muerte". (J.Luís Hidalgo. "los muertos"
 
("Duda por completo de la existencia de Dios: sabe que es una ilusión a la que se agarra a cualquier idea ante la muerte". Inmaculada López: Apuntes para "Estudio crítico sobre José Luís Hidalgo". Bastante borroso  y no sé si literalmente recogido).
 
Y otro botón de muestra:
 
"HAS BAJADO"
 
"Has bajado a la tierra, cuando nadie te oía,
y has mirado a los vivos y contado tus muertos.
Señor, duerme sereno: ya cumpliste tu día.
Puedes cerrar los ojos que tenías abiertos" (J. Luís Hidalgo. Los muertos)
 
(Inmaculada subraya los versos 2º y 3º. Y hace el siguiente comentario: "Sigue en el mismo tono de su -¿reflexión?- anterior. Incluso acusándole de su despotismo")
 
 

Pues sin duda un buen trabajo hizo Inmaculada,y al igual que transmitiste a tus hijos la pasión por los libros,te doy las gracias por transmitirla aquí también,al menos a mí.
Interesante y sigo leyendo.
Besos.

LO FATAL

He nacido entre muertos y mi vida
es tan sólo el recuerdo de sus almas
que, lentas van soñando entre mi sangre
y sobre el mundo ciego la levantan.

Quedó lejos la tierra, mis raíces
no saben del frescor que en ella canta.
De invisibles cenizas es mi cuerpo.
Los muertos de la tierra me separan.

Quisiera ser yo mismo, luz distinta
brillando cada día con el alba,
estrella de la noche, siempre joven,
que fulge de sí misma solitaria

Pero ya no estoy solo, mi se vivo
lleva siempre los muertos en su entraña.
Moriré como todos y mi vida
será oscura memoria en otras almas.

JOSÉ LUÍS HIDALGO

He tenido la suerte de que haya cogido, el ordenador, todo lo que he dicho... Pero voy a dejarlo porque ya le veo muestras de fatiga. Gracias, Lluvia. Sigue, es un ruego.

POEMA INEDITO DE JOSE LUIS HIDALGO



Sin llamarte,
porque ya no me oías.
Con la boca mordiendo sangre y tierra.
Sin decirte siquiera:
aquí estoy,
aquí he venido
para saber de cierto que te has muerto.
Nada.
No dije una palabra,
ni un nombre,
nada que pudiera romper tu mansedumbre.
Pero yo di a tu sueño
lo mejor que tenia.

1938

Llevo exactamente 58 minutos ante el ordenador. Hasta ahora no me ha permitido hacer nada... Voy a intentarlo una vez más . Y si no puedo os dejaré.
 
Estabamos hablando de la parte II de Los muertos. Once poemas en total. Y hemos visto algunos comentarios de Inmaculada a esos poemas. Pero en las páginas 44 y 45 del libro, que separan la parte I de la parte II, mi hija, hizo las siguientes anotaciones previas:
 
"En esta 2ª parte, el poeta representa el encuentro con Dios y todas las dudas e interrogantes que ello supone.
Expone las dudas en varios tonos; en unos poemas llega a dudar de la existencia de Dios:
-"Si supiera, Señor..."; pág.-50
-"Verbo de Dios"; pág.-58
 
En otros poemas reafirma su fe en Dios y su necesidad primaria. Le llegan hasta Él y de alguna manera renacer a otra vida plena:
-"Te busco"; pág.-63
-"Mano de Dios"; pág.-47
-"Oración en silencio"; pág.-80
-"Dios en la piedra"; pág.-74
 
En el poema "Muerte"; pág.-48, sus dudas las expresa en cuanto a la ignorancia de si existe una vida después de la muerte, si ésta será mejor. Además, se pregunta en el poema "Manos que te buscan"; pág.-78,  si es necesario morir para encontrar la respuesta y la "supuesta felicidad".
 
En poemas de la parte III el poeta se resigna y acepta doliente su destino:
 
-"Ahora que ya estoy solo"; pág.- 69
-"Por qué voy a llorarme?; pág.- 70
-Leer párrafo final de "Hombre soy"; pág.-77 ( "...Que sé que a mi raíz, Señor, le has dado / la tierra que arrancaste a mi sepulcro").
 
En algunos poemas llega a increparle, a acusarle de "despotismo"  o insensibilidad, se rinde ante la mano implacable de Dios:
 
-"Resignación"; pág.-49
-"Has bajado"; pág.-52 (muy irónico?)
 
El autor puede pasar de este sentimiento de rabia a otro sentimiento de entrega total a Dios, de esperanza en otra vida eterna.
Este ideal aparece en los poemas:
 
-"Estoy maduro"; pág.-59
-"Los hijos"; pág.-60
 
José Luís es una duda, pero es la duda de cualquier hombre ante Dios y la Muerte. Es la interrogante universal" ( Inmaculada López: Apuntes para ·Estudio crítico sobre José Luís Hidalgo")

"ORACIÓN EN SILENCIO

Cuando estoy preguntando y, de repente,
levanto a ti los ojos y me callo,
entonces es, Señor, que Tú me escuchas,
- - - - - - - - - y te hablo.

La luz crece en mi alma, dulcemente,
y en ella está mi cuerpo iluminado,
como muerto ya en Ti, cuando me tengas
- - - - - - - - - puro y blanco.

El silencio es, Señor, como la muerte,
y sólo muerto has de escuchar mi llanto.
Escucha mi silencio: aún estoy vivo
- - - - - - - - - y preguntando" (José Luís Hidalgo: Los muertos; último poema de la tercera parte del libro. Hay una anotación marginal de Inmaculada: "Identifica la muerte con la luz, y la vida con el silencio")

Dada la profundidad de este poema prefiero dejarlo solo para vuestra lectura y consideración. Gracias)