LEÓN FELIPE (1884-1968)

He mirado, uno a uno, todos los autores sobre los que hemos hablado en este foro. Y descubierto que no hay nada sobre este autor que, en su momento, fue una referencia para mí. Entiendo que , o más bién me siento obligado moralmente, a abrir un apartado sobre él. Ello encierra una contradicción con la misma petición que yo ya hice : estoy participando activamente en Pablo Neruda. También, aunque un poco menos activamente, en Mario Benedetti. Y en la sección correspondiente de autores actuales me apasiona - como ya es manifiesto para todos- Juan Gelman. Mucha tela para tan poca capacidad.Pero voy a intentar, sin grandes elucubraciones, exponer la obra y el significado de León Felipe poco a poco. Desde aquí os invito no sólo a comentar sino a participar de manera activa en este autor.

LEÓN FELIPE nació en un pueblo de la provincia de Zamora, Tábara, en el año 1884. Y murió en México a la edad de 84 años. Aunque cursó y concluyó estudios de Farmacia su vida errante está marcada por la poesía. Autor, en principio tardío pues no publica su primer libro hasta los 36 aaños. Ese primer libro "Versos y oraciones del caminante" no se puede decir que levantara pasiones entre los directores intelectuales de las corrientes imperantes : gongorismo, surrealismo...
Sus libros más conocidos "Antología Rota" y "El payaso de las bofetadas y el pescador de caña" si tuvieron, sin embargo, una importante aceptación entre los movimientos estudiantiles y obreros que empezaban a protestar contra el regimen franquista por los años 60. Fueron, en realidad, referencias no tanto en el aspecto propiamente intelectual como en el compromiso. Sus versos se recitaron en aulas universitarias pese a la oposición de los dirigentes universitarios oficiales; y en asambleas de trabajadores...
Yo recuerdo, y no puedo hacerlo sin que me recorra un escalofrío aquel poema "OFERTA" que constituyó todo un símbolo de una época. Hoy, precisamente hoy , cuando sería necesario traer a colación el simbolismo del poema :

"...
Y sola, sí, sola,
sola
sobre este yermo seco que ahora riega mi sangre;
sola
sobre esta tierra española y planetaria;
sola
sobre mi estepa
y bajo mi agonía;
sola
sobre mi calvero
y bajo mi calvario;
sola
sobre mi Historia
de viento,
de arena
y de locura,
y bajo los dioses y los astros
levanto hasta los cielos esta oferta:
Estrellas:
Vosotras sois la luz.
La Tierra, una cueva tenebrosa sin linterna
y yo tan sólo sangre,
sangre,
sangre,
sangre...
España no tiene otra moneda...
¡Toda la sangre de  España
por una gota de luz!" ( León Felipe. Extracto del poema "Oferta" - El Payaso de las bofetadas y el pescador de caña-. Poesías Completas. Visor. 2010)

Bien, ya me he atrevido. Y una vez que algo se empieza no tiene vuelta atrás. Espero desarrollar este trabajo sin olvidar los compromisos previos.

( ¡Gelman Nobel!)

PERDÓN PASCUAL, pero me tocaste un punto debil y me recordaste que escribí dos tonteritas en su memoria, aqui las dejo., gracias por el post


A Leon Felipe

Lo tenía todo…pero no quiso nada.
Malherido de misterio durmió en los suburbios
entre ratas enfermas y ángeles mugrientos.
Buscó refugio en las barrancas y los muelles
arrinconando el hambre en habitaciones solitarias
Cómplice de la hoguera y el derrumbe
Gitano de luz, bramido de niño.
Rebelde entre todos los rebeldes.
Amó como ama el júbilo a los labios frescos
Gritó como grita herido el lobo enfermo
Todos los oídos fueron sordos
Todas los ojos fueron necios
Todas las negaciones fueron pocas
Vivió en muchos rastros, miró todas las miradas
Y aún así, no supo descifrar el enigma del tiempo.-

Walter Faila
27 de febrero de 2011

Corre el tiempo y lo derrumba todo, lo transforma todo.
Sin embargo pasan los siglos y el alma está, en otro sitio...
¡pero está!

Leon Felipe


A León Felipe (2)

Todo cabe en una mano fresca
¿Pero donde están esas manos?
Todo lo endulza un beso de amor
¿Pero donde están esos labios?
Todo lo escupe una lengua
activa y revolucionaria
¿Pero donde está la lengua sincera?
Que no solo diga
lo que escuchar se quiere?
Todo se mira con los ojos del alma
¿Pero donde está el alma? Felipe,
Ni tú ni yo lo sabemos.-

Walter Faila
fEBRERO 2011

Estimado Walter, no sabía la importancia que tenía León Felipe para ti. Ahora me alegro de no saberlo antes y me alegro de saberlo ahora. Intentaré hurgar hasta lo más profundo de mis entrañas : Porque yo lo recité cuando estaba prohibido : En la Facultad de medicina de Murcia y en la Facultad de Derecho de Madrid. Y en el Barrio de Cuatro Caminos y en El Puente de Vallecas; y en Cieza - cuando el pobre Sargento Robles iba tras de mí, perdido porque no entendía nada : el poder represor siempre se hizo de los ignorantes para reprimir_. Sí ahora me alegro de saberlo. Y no te preocupes : Seguiré con Pablo Neruda y con León Felipe - y apareceré por el bueno de Mario y por Gelman- ( yo sé que María, Samara, Cecilia, Carmen Parra,Lilí, Clara y tantas y tantos otros constituyen una identidad profunda de este foro).
Tus poemas me los guardo : Excepcionales. El primro de ellos s.c. ( debo leer más despacio los dos).
Abrazos.

(¡Gelman Nobel!) ( Efectivamente La Academia tiene una deuda con Argentina : Borges. Espero que no sea tan obtusa como para crear otra deuda del tamaño humano y lírico de Juan Gelman)

Muchas gracias Pascual, hay poemas de él que detras de su palabra elevada contra el régimen, se perdieron un poco, pero tambien cantaba de ésta manera:

PIEDRA DE SAL

Tu estabas dormida
como el agua que duerme en la alberca ...
y yo llegué a ti
como llega
hasta el agua que duerme
la piedra.
Turbé tu remanso y en ondas de amor te quebraste
como en ondas el agua que duerme se quiebra
cuando
llega
a turbar su remanso dormida
la piedra.

Piedra fui para ti, piedra soy
y piedra quiero ser, pero piedra
blanda de sal
que al llegar a ti se disuelva
y en tu cuerpo se quede
y sea
como una levadura de tu carne
y como el hierro de la sangre en tus venas.
Y en tu alma deje una sed infinita
de amarlo todo ... y una sed de belleza
insaciable ...
eterna ...

Leon Felipe

¡Gelman-Nobel!

Impresionante, Walter. Porque efectivamente, más allá de lo que mi memoria escuche de mi memoria los versos del poeta están ahí, como este bellísimo poema, "Piedra de sal", que acabas de poner y que es el poema nº XXXVII de su primer libro. Este Libro con la esencia de lo pequeño muestra bién a las claras la esencia de lo profundo :

"Yo no distingo ya
desde un piso cuarto
un cetro de oro
de un bordón de palo.

Y pienso que a mil metros,
desde el vuelo perdido de los pájaros,
debe ser lo mismo
la toca de una bruja que el capuchón de un santo.

Y que allá de ese vuelo
más alto...muchísimo más alto,
desde el sitio de Dios,
fuera del tiempo y del espacio,
el hombre no se verá ya
ni grande ni chico, ni bueno ni malo"( Versos y Oraciones del Caminante. Poema nº XXXVIII : Alturas. Poesías completas. Visor)

¡Gelman Nobel!

Magnífico, Pascual,ahora dejo algo de su historia:

LEON FELIPE

Aunque el propio León Felipe dijera: "Los grandes poetas no tienen biografía, tienen destino", podemos intentar hacer un breve resumen de su interesante vida.
Nace en 1884 en Tábara, pueblo de Zamora, hijo de un notario. Su verdadero nombre era Felipe Camino Galicia de la Rosa. Pertenecía a una burguesía acomodada. Estudió farmacia (llegó a tener una botica) pero renunció muy pronto a esa vida que él consideraba monótona y en cierto sentido privilegiada, para ejercer su libertad embarcándose en aventuras que le acercaran a sus semejantes.
En su juventud viaja por España como actor de una compañía ambulante, más tarde pasa tres años en la cárcel, acusado de haber realizado un desfalco. Con su primer amor, una chica peruana llamada Irene Lambarri que conoció en Valmaseda (Vizcaya), sienta un poco la cabeza y se radica con ella en Barcelona, pero al poco tiempo se separan y León Felipe decide ir a la capital de España, probablemente ya con la idea de dedicarse a la poesía. En Madrid vive una bohemia prostibularia y miserable que le lleva incluso a pasar algunas noches en las antiguas pensiones donde se permite dormir a los menesterosos sentados en un banco y apoyando la cabeza en una soga que sueltan a primera hora de la mañana:

He dormido en el estiércol de las cuadras,
en los bancos municipales,
he recostado mi cabeza en la soga de los mendigos
y me ha dado limosna -Dios se lo pague-
una prostituta callejera... (fragmento de un poema)

fuente:http://www.trazegnies.arrakis.es/bioleonf.html

Iremos , Walter, desgranando poco a poco la obra de León Felipe. Seguro que hay más forista que nos ayudan a ello. Efectivamente, el significado político de León Felipe es cierto, aunque sin militancia clara y con una adscripción por parte de sus estudiosos al anarquismo. Pero yo recuerdo, entre otros muchísimos poemas suyos, un poema que ahora voy a transcribir, con el cual acunaba a mis cuatro hijos y posteriormente sigo acunando a mis nietos. El poema lo cantaba PACO IBAÑEZ, y seguro que tú también lo recuerdas y te emocionas al leerlo ( si no fuera tan ignorante lo cantaría y pondría en un video):

"COMO TÚ...

Así es mi vida,
piedra,
como tú; como tú,
piedra pequeña;
como tú
piedra ligera;
como tú,
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas;
como tú,
guijarro humilde de las carreteras;
como tú,
que en días de tormenta
te hundes
en el cieno de la tierra
y luego
centelleas
bajo los cascos
y bajo las ruedas;
como tú, que no has servido
para ser piedra
de una Lonja,
ni piedra de una Audiencia,
ni piedra de un Palacio,
ni piedra de una Iglesia;
como tú,
piedra aventurera;
como tú,
qué, tal vez, estás hecha
sólo para una honda,
piedra pequeña
y
ligera..." (León Felipe. Versos y oraciones del caminante. Poema nºIII, Como tú... Visor. Poesías Completas, pág. 83)

MARAVILLOSO, y que hermoso que la sigas utilizando, aqui dejo el video




Versos y oraciones de caminante es su primer libro de poemas (años después titularía un poema: Versos y blasfemias de caminante) que leyó hacia 1919 en el Ateneo de Madrid. Pero siguiendo la premonición del título y de su auténtico apellido, tarda poco en iniciar sus caminos fuera de España: ¡Solicita un empleo en los hospitales de Guinea y se embarca para la isla de Elobey! Allí permanece tres años para volver a España por poco tiempo y embarcarse, esta vez, hacia América.
En México se dedica a la enseñanza, actividad que recuerda la de Antonio Machado, al que siempre consideró su maestro. Conoce a Berta Gamboa, profesora también, con quien se casa. El matrimonio pasa a vivir a Norteamérica, donde traduce a Waldo Frank y a Walt Whitman y escribe un largo poema titulado Drop a star.
Al estallar la guerra civil española en 1936 vuelve a su tierra, totalmente identificado con el gobierno republicano y constitucional amenazado entonces por el levantamiento militar del general Franco. Su experiencia es desgarradora. En 1938 huye del bando nacional y se exilia definitivamente en México. Es cuando escribe Español del éxodo y del llanto:

¡España, España!
todos pensaban
-el hombre, la Historia y la fábula-,
todos pensaban
que ibas a terminar en una llama...
y has terminado en una charca.

A partir de ahí su trabajo es incesante: Los lagartos; Ganarás la luz;
Llamadme publicano; Antología rota; El ciervo. Al vivir en México los
críticos de España no le reconocían
el valor de su obra.
El mismo Juan Ramón Jimenez se
refería a él como “el mejor de los de
menos importancia”
--------------------------------------------------------

¡QUÉ LÁSTIMA!

¡Qué lástima
que yo no pueda cantar a la usanza
de este tiempo lo mismo que los poetas que hoy cantan!
¡Qué lástima
que yo no pueda entonar con una voz engolada
esas brillantes romanzas
a las glorias de la patria!
¡Qué lástima
que yo no tenga una patria!
Sé que la historia es la misma, la misma siempre, que pasa
desde una tierra a otra tierra, desde una raza
a otra raza,
como pasan
esas tormentas de estío desde esta a aquella comarca.
¡Qué lástima
que yo no tenga comarca,
patria chica, tierra provinciana!
Debí nacer en la entraña
de la estepa castellana
y fui a nacer en un pueblo del que no recuerdo nada;
pasé los días azules de mi infancia en Salamanca,
y mi juventud, una juventud sombría, en la Montaña.
Después... ya no he vuelto a echar el ancla,
y ninguna de estas tierras me levanta
ni me exalta
para poder cantar siempre en la misma tonada
al mismo río que pasa
rodando las mismas aguas,
al mismo cielo, al mismo campo y en la misma casa.
¡Qué lástima
que yo no tenga una casa!
Una casa solariega y blasonada,
una casa
en que guardara,
a más de otras cosas raras,
un sillón viejo de cuero, una mesa apolillada
(que me contaran
viejas historias domésticas como a Francis Jammes y a Ayala)
y el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla.
¡Qué lástima
que yo no tenga un abuelo que ganara
una batalla,
retratado con una mano cruzada
en el pecho, y la otra en el puño de la espada!
Y, ¡qué lástima
que yo no tenga siquiera una espada!
Porque..., ¿Qué voy a cantar si no tengo ni una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón viejo de cuero, ni una mesa, ni una espada?
¡Qué voy a cantar si soy un paria
que apenas tiene una capa!

Sin embargo...
en esta tierra de España
y en un pueblo de la Alcarria
hay una casa
en la que estoy de posada
y donde tengo, prestadas,
una mesa de pino y una silla de paja.
Un libro tengo también. Y todo mi ajuar se halla
en una sala
muy amplia
y muy blanca
que está en la parte más baja
y más fresca de la casa.
Tiene una luz muy clara
esta sala
tan amplia
y tan blanca...
Una luz muy clara
que entra por una ventana
que da a una calle muy ancha.
Y a la luz de esta ventana
vengo todas las mañanas.
Aquí me siento sobre mi silla de paja
y venzo las horas largas
leyendo en mi libro y viendo cómo pasa
la gente a través de la ventana.
Cosas de poca importancia
parecen un libro y el cristal de una ventana
en un pueblo de la Alcarria,
y, sin embargo, le basta
para sentir todo el ritmo de la vida a mi alma.
Que todo el ritmo del mundo por estos cristales pasa
cuando pasan
ese pastor que va detrás de las cabras
con una enorme cayada,
esa mujer agobiada
con una carga
de leña en la espalda,
esos mendigos que vienen arrastrando sus miserias, de Pastrana,
y esa niña que va a la escuela de tan mala gana.
¡Oh, esa niña! Hace un alto en mi ventana
siempre y se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
¡Qué gracia
tiene su cara
en el cristal aplastada
con la barbilla sumida y la naricilla chata!
Yo me río mucho mirándola
y la digo que es una niña muy guapa...
Ella entonces me llama
¡tonto!, y se marcha.
¡Pobre niña! Ya no pasa
por esta calle tan ancha
caminando hacia la escuela de muy mala gana,
ni se para
en mi ventana,
ni se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
Que un día se puso mala,
muy mala,
y otro día doblaron por ella a muerto las campanas.

Y en una tarde muy clara,
por esta calle tan ancha,
al través de la ventana,
vi cómo se la llevaban
en una caja
muy blanca...
En una caja
muy blanca
que tenía un cristalito en la tapa.
Por aquel cristal se la veía la cara
lo mismo que cuando estaba
pegadita al cristal de mi ventana...
Al cristal de esta ventana
que ahora me recuerda siempre el cristalito de aquella caja
tan blanca.
Todo el ritmo de la vida pasa
por el cristal de mi ventana...
¡Y la muerte también pasa!

¡Qué lástima
que no pudiendo cantar otras hazañas,
porque no tengo una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón de viejo cuero, ni una mesa, ni una espada,
y soy un paria
que apenas tiene una capa...
venga, forzado, a cantar cosas de poca importancia!

León Felipe

Luego leeré despacio lo que acabas de poner, Walter. pero esto va bastante bien. Un abrazo.

Bueno, Walter, ya sabes que esta es mi hora. he leido toda la reseña que haces. El poema una auténtica belleza. Por las circunstancias que sean - podríamos intentar profundizar en ello- dos de las voces fundamentales de la poesía española de esa época: Juan Ramón Jiménez y Luís Cernuda- no casan muy bien con la poesía de León Felipe ( tampoco , en un principio, se acepto mucho la sencillez de lenguaje de Miguel Hernández). Así, Juan Ramón Jimenez, en la revista Tiempo, dedica duros comentarios a la poesía de León Felipe, aunque después, parece ser, cambiara parcialmente su opinión sobre él. Y Luís Cernuda "idem eadem idem" : Crítica sobre la formas constructivas de la lírica de León Felipe y sobre su expresión verbal. Podríamos buscar, si tuvieramos tiempo la opinión de otros autores del 27 sobre León Felipe : Por ejemplo Jorge Guillé,, Vicente Aleixandre o el mismo García Lorca. De Federico y León, se puede decir, al menos como hecho confluyente la admiración que ambos sienten por Walt Whitman; admiración en la que también participa Pablo Neruda.
En fin , amigo mío, creo que vamos a poder disfrutar , y espero que los demás lo hagan con nosotros, de este capítulo que hemos abierto :

"Quiero ganar mi verso,
este verso;
y quiero
que vaya quedo,
raudo y sereno
como un dardo certero,
al corazón del pueblo
de todos los pueblos...
al corazón del Universo..." ( León Felipe. Versos y oraciones del caminante; poema nº VI)

Creo, de acuerdo a los poemas que dejaste y a los que dejo, que aquellos grandes de la generación del 27, respetaban un estilo que Leon Felipe rompía, además de ser un revolucionario desde la palabra lo fué para esa época tambien de la letra, y como no se unía a ningun grupo, es como que estaba alejado de todos. No obstante no pude encontrar críticas mas allá de la de Juan Ramón Jimenez, pero si encontré ésta reliquia, recitada por el mismo, es una joya tener un poema con la voz de Leon Felipe, la dejo para que la disfrutes y ojalá se sumen los demás:



Como un pulgón (Leon Felipe)

Yo no puedo tener un verso dulce
que anestesie el llanto de los niños
y mueva suavemente las hamacas como una brisa esclava.
Porque yo no he venido aquí a hacer dormir a nadie.
Además... esa tempestad ¿quién la detiene?

¡Eh, tú varón confiado que dormitas!
Levántate, recoge tus zapatos y prosigue...
Porque yo no he venido aquí a hacer dormir a nadie.

Hacia las cumbres trepan los dioses
extenuados buscando un resplandor.

Y aquí voy yo con ellos,
entre el sudor y el polvo de sus inmensos pies descalzos,
aquí voy yo con ellos, atropellado y sacudido
pero agarrándome a sus plantas como las
pinzas de un insecto, clavándome en su carne,
hundíendome en su sangre
como un pulgón,
como una nigua... maldiciendo, blasfemando...
Porque yo no he venido aquí a hacer dormir a nadie:
ni a los niños
ni a los hombres
ni a los dioses.

Que forma más bella de llevarlo a uno por la vida de uno de los grandes poetas...no solo se desliza el mirar en lo que escriben poeta Pascual y poeta Walter.....se escucha....se vive...tanto...cuanto...mucho más....el silencio deja de ser silencio..para decirles...infinitamente agradecida...

Beatrice

Walter, el poema excepcional. Luego seguiremos con el tema. Beatrice, gracias por estar ahí. Besos

Gracias Beatrice por llegar, besos.

No hay apuro Pascual, abrazo

Irrumpo en este espacio, he leído apenas el comienzo y de pasada, sin detenerme algun poema de León Felipe
Entre los dos estais dando impulso y vida a este espacio que augura ser magnifico
Enhorabuena a ambos
Un abrazo

Batrice, Carmen...este es un espacio abierto a los sueños de todos :

"Al terminar la jornada
hay siempre dos filas de álamos
que hacia nosotros avanzan,
como heraldos,
para anunciar
que llegamos
a un pueblo
o a un camposanto...
¡Qué amable,
qué amable y qué hospitalario
es
el álamo!" (León Felipe.Versos y oraciones del caminante. Poema nº XXII)

Si en España, durante un tiempo,
provocó indiferencia, en México
sus compañeros de exilio y la crítica
le respetaban. En este país echó
raíces, y no solo él, también su hermana, una bella mujer que fue madre de Carlos Arruza, importante torero que falleció muy joven en un
accidente de carretera.
Pocos años después de su sobrino
fallece León Felipe, en su país de
adopción, el 18 de septiembre de
1968. En México la noticia ocupa
grandes titulares. En España sólo
unas líneas porque en esa misma
fecha, el doctor Cristóbal Martínez
Bordiú, yerno de Francisco Franco,
realiza un trasplante de corazón y
eso ensombreció todas las demás
noticias.
Según el propio León Felipe: “Los
poetas no tienen biografía, tienen
destino”. Su destino le hizo, aparentemente, no ser de ningún sitio, o
por lo menos, así parece leyendo
alguno de sus versos:


¡QUÉ LÁSTIMA!

¡Qué lástima
que yo no pueda cantar a la usanza
de este tiempo lo mismo que los poetas que hoy cantan!
¡Qué lástima
que yo no pueda entonar con una voz engolada
esas brillantes romanzas
a las glorias de la patria!
¡Qué lástima
que yo no tenga una patria!
Sé que la historia es la misma, la misma siempre, que pasa
desde una tierra a otra tierra, desde una raza
a otra raza,
como pasan
esas tormentas de estío desde esta a aquella comarca.
¡Qué lástima
que yo no tenga comarca,
patria chica, tierra provinciana!
Debí nacer en la entraña
de la estepa castellana
y fui a nacer en un pueblo del que no recuerdo nada;
pasé los días azules de mi infancia en Salamanca,
y mi juventud, una juventud sombría, en la Montaña.
Después... ya no he vuelto a echar el ancla,
y ninguna de estas tierras me levanta
ni me exalta
para poder cantar siempre en la misma tonada
al mismo río que pasa
rodando las mismas aguas,
al mismo cielo, al mismo campo y en la misma casa.
¡Qué lástima
que yo no tenga una casa!
Una casa solariega y blasonada,
una casa
en que guardara,
a más de otras cosas raras,
un sillón viejo de cuero, una mesa apolillada
(que me contaran
viejas historias domésticas como a Francis Jammes y a Ayala)
y el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla.
¡Qué lástima
que yo no tenga un abuelo que ganara
una batalla,
retratado con una mano cruzada
en el pecho, y la otra en el puño de la espada!
Y, ¡qué lástima
que yo no tenga siquiera una espada!
Porque..., ¿Qué voy a cantar si no tengo ni una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón viejo de cuero, ni una mesa, ni una espada?
¡Qué voy a cantar si soy un paria
que apenas tiene una capa!

Sin embargo...
en esta tierra de España
y en un pueblo de la Alcarria
hay una casa
en la que estoy de posada
y donde tengo, prestadas,
una mesa de pino y una silla de paja.
Un libro tengo también. Y todo mi ajuar se halla
en una sala
muy amplia
y muy blanca
que está en la parte más baja
y más fresca de la casa.
Tiene una luz muy clara
esta sala
tan amplia
y tan blanca...
Una luz muy clara
que entra por una ventana
que da a una calle muy ancha.
Y a la luz de esta ventana
vengo todas las mañanas.
Aquí me siento sobre mi silla de paja
y venzo las horas largas
leyendo en mi libro y viendo cómo pasa
la gente a través de la ventana.
Cosas de poca importancia
parecen un libro y el cristal de una ventana
en un pueblo de la Alcarria,
y, sin embargo, le basta
para sentir todo el ritmo de la vida a mi alma.
Que todo el ritmo del mundo por estos cristales pasa
cuando pasan
ese pastor que va detrás de las cabras
con una enorme cayada,
esa mujer agobiada
con una carga
de leña en la espalda,
esos mendigos que vienen arrastrando sus miserias, de Pastrana,
y esa niña que va a la escuela de tan mala gana.
¡Oh, esa niña! Hace un alto en mi ventana
siempre y se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
¡Qué gracia
tiene su cara
en el cristal aplastada
con la barbilla sumida y la naricilla chata!
Yo me río mucho mirándola
y la digo que es una niña muy guapa...
Ella entonces me llama
¡tonto!, y se marcha.
¡Pobre niña! Ya no pasa
por esta calle tan ancha
caminando hacia la escuela de muy mala gana,
ni se para
en mi ventana,
ni se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
Que un día se puso mala,
muy mala,
y otro día doblaron por ella a muerto las campanas.

Y en una tarde muy clara,
por esta calle tan ancha,
al través de la ventana,
vi cómo se la llevaban
en una caja
muy blanca...
En una caja
muy blanca
que tenía un cristalito en la tapa.
Por aquel cristal se la veía la cara
lo mismo que cuando estaba
pegadita al cristal de mi ventana...
Al cristal de esta ventana
que ahora me recuerda siempre el cristalito de aquella caja
tan blanca.
Todo el ritmo de la vida pasa
por el cristal de mi ventana...
¡Y la muerte también pasa!

¡Qué lástima
que no pudiendo cantar otras hazañas,
porque no tengo una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón de viejo cuero, ni una mesa, ni una espada,
y soy un paria
que apenas tiene una capa...
venga, forzado, a cantar cosas de poca importancia!


León Felipe

El año 68, yo viví, de una u otra forma la muerte de León Felipe. Yo tenía ya 16 años, Walter. Y pese a los silencios oficiales - y extraoficiales- los dos libros que ya reseñé circulaban entre los que andabamos contra el sistema y la educación que el sistema nos quería imponer. Estos dos libros - Antología rota, de 1946, Losada y El payaso de las bofetadas y el pescador de caña, 1938, México, Fondo de Cultura económico-, se leían en voz alta en cualquier reunión de trabajadores y estudiantes que, de esta manera, mostraban su oposición al regimen imperante. Y he dicho silencios extraoficiales porque incluso en los movimientos culturales emergentes, encargados , por ejemplo, de revitalizar a Juan Ramón Jiménez o a Antonio Machado, a Federico García o a Vicente Aleixandre, a Luis Cernuda o a Rafael Alberti...Miguel Hernández, etc, con alta frecuencia, se les olvidaba mencionar a León Felipe. Así ocurrió también con otro poeta de la talla de Manuel Altolaguirre, aunque este estaba claramente adscrito a la Generación del 27. Pero los versos de León Felipe, en realidad, se abrieron camino sin más presentación ni elogio. Todavía hoy se discute el valor de su poética : Una parte de ella obtiene el premio de la crítica; otra parte el silencio cuando no el dardo más feroz e hiriente por sus formas constructivas - en este lugar se encontrarían "Los versos y oraciones del caminante- Y es curioso, o al menos no deja de provocar cierto grado de perplejidad, que precisamente la obra yo diría más "machadiana" de León Felipe reciba tanta acritud. La admiración de León Felipe por Don Antonio queda manifiesta en no pocos escritos. Antonio Machado, pese a contar con el beneplácito de todos los poetas inmediatamente posteriores a él, no crea escuela. "Mairena sí". Pero la escuela de Mairena es una ficción que adorna al movimiento libre pensador. Ahí, y nada más que ahí, se encuentra la primera fase poética de León Felipe, aunque yo creo que no se ha dicho :

"No quiero el verbo raro
ni la palabra extraña;
quiero que todas,
todas mis palabras
-fáciles siempre
a los que aman-,
vayan ungidas
con mi alma" (León Felipa :"Versos y oraciones del caminante. Poema nº III)

¿A qué suenan estos versos...?


Y por si queda alguna duda sobre lo que estoy diciendo :

"Y quiero que mi traje,
el traje de mis versos,
sea cortado
del mismo paño recio,
del mismo
paño eterno,
que el manto de Manrique
-como el de Hamlet, negro-,
amoldado
a la usanza de este tiempo
y, además,
con un gesto
mío
nuevo" (León Felipe : "Versos y oraciones del caminante". Poema nº IV).

Seguramente, Pascual, tomando unos versos, además de leer tus ejemplos, es evidente que a los dos les preocupaba España, su sociedad y su futuro, la similitud que evidencian algunos poemas de León Felipe en su contenido es la misma que antes había sido escrita por Antonio, aquí unos fragmentos como ejemplo:

Mas otra España nace,
la España del cincel y de la maza,
con esa eterna juventud que se hace
del pasado macizo de la raza.
una España implacable y redentora,
España que alborea
con un hacha en la mano vengadora,
España de la rabia y de la idea.

Antonio Machado

o ésta:

Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo, te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.

A. Machado


¡España, España!
todos pensaban
-el hombre, la Historia y la fábula-,
todos pensaban
que ibas a terminar en una llama...
y has terminado en una charca.

o ésta otra:

Está muerta. ¡Miradla!
Los que habéis vivido siempre arañando su piel,
removiendo sus llagas,
vistiendo sus harapos
llevando a los mercados negros terciopelos y lentejuelas,
escapularios y cascabeles...
y luego no habéis sabido conservar este viejo negocio
que os daba pan y gloria,
quisiérais que viviera eternamente.
Pero está muerta.
Miradla todos...

León Felipe

Sí, Walter, es así. Pero creo que todavía hay más. No es sólo la identificación de lo caduco y el afán de ambos por renovar. Existen inclinaciones éticas y metafísicas paralelas. De Antonio Machado, una de las personas más comprometidas con su tiempo y con las ideas de renovación se han dicho muchas cosas. Para entederlo hay referirse a su poesía y hay que referirse a Juan de Mairena, ese personaje inventado por él mismo pero que adquiere su propia vitalidad. Dentro de esos compromisos se encuentran los valores representados por la II República Española. Sobre ello se ha escrito mucho. Sólo recordaré aquella fotografía famosa desde el balcón del Ayuntamiento de Segovia acompañado de Ayala, Gregorio Marañón y Ortega y Gasset en la que entre los cuatro enarbolan la bandera tricolor tras el triunfo de la izquierda en las elecciones. Ese compromiso sirvió durante mucho tiempo para identificar a Don Antonio Machado con las ideas comunistas. El mismo Don Antonio, en una carta dirigida a las Juventudes Socialistas de la Unión Soviética se encarga en deshacer lo incorrecto. Efectivamente, él defiende postulados sociales progresistas basados en la libertad y en la igualdad. Pero ni puede ni quiere deshacerse de su formación humanística cristiana. Y así lo dice taxativamente en esa carta. Y en ese contexto, renovador, pero místico se encuadra gran parte de la filosofía poética de Don Antonio. Y , por extraño que pudiera parecer, León Felipe lo sigue hasta que en él se hace patente el influjo whitmanniano.

Constancia de lo que digo, además de los versos que reflejas otros muchos que -aprioristicamente- no se duda de su calidad si su procedencia es "machadiana", pero su valor es menor si su procedendia es de León Felipe :

"¡Oh estas jornadas siniestras,
Señor...estas jornadas siniestras
en que mis ojos empiezan
a verlo todo en la tierra
igual y al fin no hallan diferencia
entre la luz de una venta
y el resplandor de una estrella!
¡Oh estas jornadas siniestras
Señor...estas jornadas siniestras,
en que nada me consuela,
ni me alienta
ni me eleva!...
Nada, Señor: nada, nada...ni Tú...ni la Belleza...
Sí, en estas horas siniestras
me da igual ser o no ser poeta...
y ya no hallo diferencia
entre un verso y una blasfemia". ( León Felipe. "Versos y oraciones de caminante". Poema nº XIII)

Estaba interiorizandome sobre "Juan de Moreira", ya que tu exposición y opinión escapa a mi pobre conocimiento, solo para poder comprender lo que me expones en el comentario anterior, pero eso me lleva luego a la política española de la época, a la inteligente manera de moverse de Antonio Machado en el ámbito social literario y en su maestro Miguel de Unamuno. Todo se va encadenando y salgo de quien estamos hablando que es Leon Felipe, que si bien podemos relacionar y hacer de el un eslabón en esa cadena. Gracias Pascual por ir exponiendo y enseñando a la vez.-

COLOFÓN

Luz...
Cuando mis lágrimas te alcancen
la función de mis ojos
ya no será llorar,
sino ver.

León Felipe

Pascual, no sabes como te agradezco que abras este apartado para León Felipe, lo seguiré sin duda, os cuento que un día recitando un poema , al terminar dije, este poema es de Walter Faila, y alguien me contesto, oyeee, esto que acabas de recitar es de León Felipe no nos quieras vender motos que yo he leido mucha poesía, me hizo gracia, le aclaré que no, pero no se quedó convencido jajaja. bueno, muchas gracias Walter a ti también. No sé si se puede cooperar o no, ya me lo direis. un besito

Claro que puedes cooperar Samara . Acabas de exponer una experiencia interesante. Se trata de que entre todos vayamos exponiendo la poesía de León Felipe y emitiendo opiniones. Hay quién tiene miedo a exponer sus propias opiniones . Por ello la gente no participa más. Walter y yo esperamos tus sugerencias. Besos

EXCELENTE MATERIAL, LOS EXTRAÑO MUCHOOOOOO

LILI

A mi queridísima - nuestra queridísima- Lilí, porque ha de saber que pensamos en ella todos los días :

"EL VENDEDOR DE DIAMANTE" :

(A mi viejo y querido amigo el Dr. Perrín, que además de ser uno de los hombres más buenos que he conocido, es un gran histólogo - Marzo de 1965. Antes de que muriese mi viejo amigo)

"Todos lloran igual:
con las mismas muecas,
el mismo mecanismo...
pero las lágrimas no son todas iguales.
Yo sé que vistas al microscopio
todas son parecidas.
¿De qué esta hecha una lágrima?
El histólogo sabe muy bien su composición química;
es muy sencilla: agua, un poco de sal...nada.
-Pero ¿lo otro?
¿Cuál es lo otro? -dice el vendedor de diamantes.
-Mire usted; la lágrima es una secreción humana
carnal,
amarga y metafísica.
-¿Metafísica?
-Sí. ¿ Y sabe usted cuál es su composición metafísica?
-No.
-El histólogo tampoco..
El hombre llora...
y se guarda las lágrimas en un pañuelo
como esos vendedores de joyas
que ofrecen piedras preciosas
en los mercados australianos
de diamantes en bruto.
Luego, cuando el hombre va a buscar sus lágrimas,
las lásgrimas que guardo cuidadosamente en el pañuelo
han desaparecido,
se han evaporado.
Alguien se las ha robado.
Pero el hombre no se inquieta,
las repone en seguida otra vez.
Las repone
y las repone.
Siempre las está reponiendo.
Tiene un almacen inagotable...
¡y una cantidad de pañuelos!
¡Uff! los pañuelos que se venden
todos los días en la Ciudad
-Pero ¿qué es esto?...usted se burla de mí
-dice el vendedor de diamante-
Lárimas que se van, lágrimas que se vienen...¿Qué juego es este?
¿Qué significa todo esto?
El hombre, a quien le gustan los juegos de prestidigitación,
ya se ha acostumbrado a este truco vulgar y cotidiano.
-Y maravilloso...maravillosos también.
-Pero yo que soy un serio Vendedor de Diamantes
no entiendo este truco.
A pesar de ser un gran experto en joyas de valor
no sé todavía
qué es una lágrima y cuánto vale una lágrima.
Sí, sí, ya sé su composición química,
el histólogo me lo ha explicado muy bien...
y conozco su forma física...
es como un diminuto cascabel de cristal...
pero algo raro suena allí dentro.
-Es el perdigón metafísico
que no puede atrapar el análisis químico
y que no puede encontrar don Tomás Perrín
y que nos hace decir a todos:
señor Vendedor de Diamantes
¿qué es una lágrima, y cu´´anto vale una lágrima?
Pero por lo visto
usted no lo sabe tampoco.
Sin embargo,
yo le voy a dar a usted una noticia.
Saque usted su cartera y apunte:
Un diamante ews una piedra muy dura,
en la escala de la dureza, es la primera,
la más dura que existe.
Con ella rasga usted el cristal de una ventana
como si fuera mantequilla.
Pero eso lo hace cualquiera...
Un niño con el puño cerrado,
una cabra con el testuz...
es muy sencillo romper el cristal de una ventana.
La lágrima es otra cosa.
dentro de la escala de dureza es la última,
es más blanda que una gota de agua.
Pero ahora bien, Mercader de Diamantes,
en la escala de la tenacidad
es la primera:
Cae...
Cae...
Cae...
Cae sin descanso.
Pasan años,
siglos,
milenios
y sigue cayendo
y seguirá cayendo...y cayendo...y cayendo...
-¿Y qué? - dice el mercader de diamantes.
-Que un día esa lágrima
acabará taladrando el muro
duro, negro y macizo del Misterio
por donde entra una luz extraña que no hemos visto nunca.
-¿Y eso lo va a hacer una lágrima?
-Nadie más que ella lo puede hacer.
Y romper ese muro es mucho más dificil
que romper el cristal de una ventana.
Pero no es un buen negocio, Mercader vde Diamantes,
no es un buen negocio para usted vender lágrimas
porque la lágrima es un artículo muy corriente en el mercado
/del mundo
y lo tiene cualquiera"(León Felipe.¡Oh, este viejo y roto violín!. Poema : El vendedor de diamantes)

LA TANGENTE
.
¿Y la tangente, señor Arcipreste?...
¿El radio de la esfera que se quiebra y se fuga?
¿La mula ciega de la noria, que un día, enloquecida, se liberta del estribillo rutinario?...
¿La correa cerrada de la honda, que se suelta de pronto para que salga la furia del guijarro?...
¿Esa línea de fuego tangencial que se escapa del círculo y luego se convierte en un disparo?
Porque el cielo... Señor Arcipreste, ¿sabe usted?,
No hay arriba ni abajo...
y la estrella del hombre
es la que ese disparo va buscando,
ese cohete místico o suicida, rebelde, escapado...
De la noria del Tiempo
como el dardo,
como el rayo,
como el salmo.
Dios hizo la bola y el reloj: la noria dando vueltas y vueltas sin cesar,
y el péndulo contándole las vueltas, monótono y exacto...
El juguete del niño, señor Arcipreste,
¡el maravilloso regalo!
Pero un día el niño se cansa del juguete y se le saca las tripas y el secreto
como a un caballito mecánico,
como a un caballito de serrín y de trapo.
Es cuando el niño inventa la tangente, Señor Arcipreste,
la puerta mística de los caballeros del milagro,
de los grandes aventureros de la luz,
de los divinos cruzados de la luz, de los poetas suicidas, de los enloquecidos y los santos
que se escapan en el viento en busca de Dios para decirle
que ya estamos cansados todos, terriblemente cansados
de la noria y del reloj,
del hipo violáceo del tirano,
de las barbas y las arrugas eternas,
de los inmóviles pecados,
de este empalagoso juguete del mundo,
de este monstruoso, sombrío y estúpido regalo,
de esta mecánica fatal, donde lo que ha sido es lo que será
y lo que ayer hicimos, lo que mañana hagamos". ( León Felipe. Poema La Tangente, de : ¡Oh, este viejo y roto violín!)

Bien, Samara. Un inicio perfecto. Pero el compromiso que quiero arrancar de ti es : Qué te parece la poesía de León Felipe?; qué emociones te despierta?...y : Los comentarios que quieras. Un beso.

Por último, y me consta que me comprenderás, mi manía por situar al final de cada escrito o poema sus referencias es preservar el nombre de nuestro foro, Aires de libertad, como un lugar de estudio y difusión, dejando el derecho de autoría en las obras que se citan.
Gracias por estar aquí. Nuevamente : Otro beso ( No me dijiste si te llegaron los libros)

Querido Pascual, la poesía comprometida y proclamativa, sin miedo ni tapujos, airándose al vacío ,en este caso de León Felipe al cual fui conociendo hace no tantos años, me hizo sentir que no hacía nada por mejorar cosas tan normales por ser justas de la vida, que no era tan comprometida mi actuación ante ciertas escenas y cosas, siempre me hizo valorar más la grandeza que para mi tiene el que grita verdades y derechos, a día de hoy leerle es saber que estamos dormidos aún ante muchas injusticias, quizá despertando un poquito, pero solo pulgadas de lo que debería ser ya un camino andado. Adoro su poesía ya que soy más de este tipo de lecturas que te hacen reaccionar, reflexionar sobre donde tienes los pies posados y como está tu país u otros.
¡ Ojala encontraran tantas obras de traducciones que han desaparecido de su autoría !

Cuando estoy agotada las palabras no llegan como desearía a mis dedos,
últimamente entro de prisa y corriendo ya muy tarde, pero me comprometo a dejar comentarios y algunos artículos sobre esta gran persona y gran poeta. Me parece perfecto lo de poner las referencias al final de cada escrito , aún no me han llegado los libros, muchas gracias Pascual, besito

Mañana más

Texto inédito de Leon Felipe, con el que fue premiado el dramaturgo Antonio Gala en 1989:

"Nadie está sentado en su silla. / Yo soy presidente del Consejo de la Paz en Méjico / y acabo de decir que se han muerto todas las palomas / y que no hay una sola paloma en el mundo. Usted comprenderá, Señor Arcipreste, / que diciendo esto no se puede uno sentar/ en ningún Consejo de la Paz. / Y así pasa con todo. / El día que cada uno esté sentado en su sitio / volverán las palomas/ y no habrá guerras en el mundo. / ¡Qué sencillo parece todo! / Un problema de sillas... / Que cada uno se siente en la suya. / Sí, sí -dicen algunos-. / El caso es... que no hay sillas para todos".



El poema no tiene título. Alude a uno anterior, Palomas, que forma parte del libro Oh este viejo y roto violín, que publicó en 1963 y que fue su último libro antes de su muerte, ocurrida en 1968.

Fuente: Diario El País (España,18/10/1989)

Desconocidos arrojan un petardo contra León Felipe
.
Otra vez, León Felipe llegó a Tucumán para dar unas conferencias. Naturalmente había gente que estaba en contra de él por español exiliado, republicano, etc. Entonces, en medio de la calle, un muchacho le preguntó: "¿Es usted León Felipe?". "Sí, sí". ¡Paf! Sacaron un petardo y se lo echaron a los pies. León tuvo que dar un salto formidable. En otra ocasión le dieron un banquete en un restaurante muy grande de Buenos Aires, banquete que presidía don Claudio Sánchez Albornoz, un hombre estupendo, de los exiliados que están en la Argentina, que ha desarrollado una gran labor y ha quedado allá un centro de estudios españoles muy interesante. Entonces, a la hora de los postres, León se levantó y dijo: "Silencio, silencio", y después, dirigiéndose a los camareros: "Cerrad las puertas que vamos a blasfemar". Todo el mundo se asustó mucho porque era una situación en que a uno le metían en la cárcel por mucho menos que eso. Los camareros salieron corriendo, cerraron las puertas y León dijo unas blasfemias muy vagas contra san Pedro. León Felipe leyó un poema que tenía un estribillo, el cual hacía repetir a todo el mundo, hasta a don Claudio Sánchez Albornoz, que es una persona, aunque graciosa, respetable y seria. Decía: "Y ahora decid conmigo: Pedro, Pedro, Pedro -te robaste las llaves del cielo -te robaste las llaves del cielo -te robaste las llaves del cielo". Y todos los demás, comprendido don Claudio, tenían que repetir lo mismo.