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Seamus Heaney (Condado de Derry, Irlanda del Norte, 13 de abril de 1939-Dublín, 30 de agosto de 2013)1 fue un escritor y profesor irlandés. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1995. El poeta estadounidense Robert Lowell lo describió como «el poeta irlandés más importante desde Yeats», y muchos otros, como el académico John Sutherland, han dicho que es «el poeta más grande de nuestra era».
Biografía
En 1957 marchó a Belfast para estudiar literatura en la Universidad Queen, donde impartió clases de educación física entre 1966 y 1972 antes de dedicarse por entero a la literatura. Heaney, católico irlandés, se vio muy afectado por la violencia entre católicos y protestantes en el Úlster, y decidió trasladarse a Dublín en 1972. En el Carysfort College de esta misma ciudad impartió clases entre 1975 y 1980. Obtuvo una cátedra en la Universidad Harvard, Massachusetts, en 1984, y entre 1989 y 1994 fue catedrático de Poesía en la Universidad de Oxford, Inglaterra.
Heaney murió el 30 de agosto de 2013 en la clínica Blackrock de Dublín, tras haber ingresado el día anterior a causa de una caída. Fue sepultado junto con sus padres y su hermano menor en el cementerio de su villa natal de Bellaghy.
La obra
La poesía de Heaney, desde sus comienzos en Muerte de un naturalista (1966) (trad. esp. M., Hiperión, 1996), está anclada en los contextos físicos y rurales de su infancia. A medida que se desarrolla su obra, esos escenarios se convierten en el foco de una búsqueda arqueológica de los mitos e historias que han contribuido a configurar la violenta situación política de Irlanda del Norte, que solo ha tratado abiertamente en Norte (1975) (trad. esp. M., Hiperión, 1992). Podría decirse que su trabajo contiene a las dos más grandes figuras de la poesía irlandesa, sintetizando, por un lado, lo mejor de la lengua inglesa, literaria y tradicional presente en William Butler Yeats, y por otro, absorbiendo el lenguaje autóctono y natural de Patrick Kavanagh.
La obra de Heaney muestra una gran flexibilidad rítmica, pero es sobre todo la intensidad de su lenguaje, que contrasta con el silencio de las gentes que describe, lo que la ha hecho famosa. Otros libros suyos son: Puerta a las tinieblas (1969), Huyendo del invierno (1972), Trabajo de campo (1979), Isola stazione (1984), La linterna del espino (1987) —que contiene un soneto-secuencia de elegías a la muerte de su madre—, Viendo cosas (1991), elegías a su padre, El nivel espiritual (1996, Premio Whitbread), Luz eléctrica (2001). Seamus publicó en 2000 una traducción al inglés moderno del poema épico anglosajón Beowulf que se convirtió en un auténtico best seller en el Reino Unido y en Estados Unidos y por la que recibió nuevamente el premio Whitbread.
Sus poemas generan un lector activo, participante en la producción de sentido. Otros podrían hablar de imaginación. Pero lo cierto es que el discurso lírico no busca significar sino ser, y la textura lingüística y los sonidos permanecen por encima del sentido: “My father is a barefoot boy with news / running at eye-level with weeds and stooks” (Mi padre es un niño descalzo con un mensaje, / Que corre a la altura del ojo entre hierba y paja”).
Esta decisión estética, ya presente en la poesía germánica (innovaciones prosódicas, rimas oblicuas y disimuladas), contiene además un fuerte elemento político. Porque si algo representan los dialectos periféricos, tanto en Irlanda, Gales y Escocia, es la lucha contra un centro de dominio lingüístico. Y esta lucha se da muchas veces no por un reemplazo de léxico, sino rítmico, melódico, quizás inaudible para algunos de nosotros, pero que para el poeta vale como una música interior, “un pasaporte para hacer frente a los peligros de hablas espurias”.
También ha escrito diversos ensayos de crítica literaria: Preocupaciones (1980) y Gobierno de la lengua (1988). Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1995.
En 2005 dio su apoyo público a la oficialidad de la lengua asturiana. Inspirado por su experiencia tras sufrir un ataque de apoplejía en 2006, publicó la colección Human Chain (2010), por la cual obtuvo el Premio Forward, uno de los pocos que no había ganado en su carrera. Antes de morir, Heaney se encontraba preparando la selección para sus Selected Poems 1988-2013, publicados de manera póstuma al igual que su traducción del libro VI de la Eneida.
(Sacado de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] )
*
Algunos poemas de Seamus Heaney, de su obra Luz eléctrica, en traducción de Dámaso López García, Visor, 2003:
EN TOOMEBRIDGE
..............Donde la lisa extensión d agua
Se desbordaba por la presa del lago Neagh
Como si hubiera llegado a un extremo de la llana tierra
Y cayera deslumbrante en el presente
Continuo de Bann.
..............Donde estaba el puesto de control.
Donde ahorcaron al joven revolucionario en el noventa y ocho.
Donde son poesía para mí
Los iones negativos al aire libre. Como aquella vez
El cieno y la plata de la cebada anguila.
EN EL MALETÍN
1
Todos vinimos en el maletín del doctor Kerlin.
Siempre venía con él, entraba en el dormitorio
Y al salir a lavarse
Aquellas manos delicadas, grandes, sonrosadas e indiscretas
En la pila del fregadero, el interior forrado
(Del color del interior de la oreja de un spaniel),
Quedaba vacío a la vista de todos, la boca como trampa acechante,
El cierre sin echar, boquiabierto. Luego, como un hipnotizador
Que nos calmara, guardaba los instrumentos
En sus fundas, plegaba el paño
Como si fuera un delantal,
Se llegaba a la puerta y se iba
Con el maletín en la mano, un arca rechoncha con su quilla...
Hasta que llegaba la vez siguiente, y llegaba,
Con el cuello de piel del abrigo también del color de los spaniel
Y de nuevo subía encorvado a la habitación: olor
A desinfectante, destellos de un interior holandés
En el raso del chaleco, detalles del fórceps.
Lo siguiente era preparar el agua:
Ni hirviendo ni templada, sino caliente,
Jabonosa, recogida del aljibe para él
Y disfrutada después por él, tras rechazar
Los agradecimientos, mientras se secaba con vigor,
Y extendía los brazos hacia atrás cuando después, como un señor,
Le ayudaban a ponerse el abrigo de pelo de camello con forro de seda.
En una ocasión, con el abrigo puesto, posó en mí aquellos ojos
Hiperbóreos, azules de más allá del viento del norte.
Dos mirillas de la habitación cerrada donde yo miraba
Cada vez que se mencionaba su nombre, leche
Desnatada y hielo, porcelana aséptica, azulejos blancos
Y fríos, ganchos de acero, cromados instrumentos quirúrgicos
Y gotas de sangre en el serrín que se espesaba
Al pie de las paredes. En lo alto
Las piezas diminutas, colgadas, del color de los pezones,
Sujetas con cuidado de una cuerda que casi llegaba al techo:
Un dedo, un pie y la espinilla, un brazo, una pilila
Parecida al capullo que llevaba en el ojal.
LA CAMPAÑA DE LA FRONTERA
A Nadine Gordimer
Manchas de hollín descendían por la pared del juzgado, un agujero
Se abría en el teclado; bajo la lluvia, los rescoldos todavía humeantes
De los cabríos:
........................cuando oí decir "al ataque"
en St Columb's College en 1956
Me quedé sin aliento; nada se interponía entre mí
Y el cielo que se movía más allá del dormitorio del colegio
Como se movería la mañana siguiente
De la violencia en Heorot, el plácido reflejo
Sobre el agua que llenaba las enormes huellas de las zarpas de Grendel.
En el sendero del pantano.
.............................................De todo lo escrito,
De lo que iba a ocurrir, formaba parte,
Unido a los jefes de los clanes trotando por los caminos
Para contemplar la garra que Beowulf había clavado
En lo alto de la buhardilla, mientras el cielo seguía moviéndose solemne.
Las uñas, los dedos, el espolón
Los garfios y la garra de aquella bestia pagana
Eran como pinchos de acero de una horca bajo el rocío.
LOS ESTABLOS DE AUGÍAS
Mi bajorrelieve favorito: Atenea mostrando
A Hércules por dónde romper la orilla del río
Con un movimiento de del alto yelmo, la vara señalando
El lugar preciso, el Alfeo desbordándose
De su lecho hacia los estratos profundos de los excrementos
De los malolientes establos y corrales del rey Augías.
Delicadas mezclas de las aguas vertidas,
Puertas cerradas y suelos inundados como arroyos...
Allí fue, en Olimpia, entre verdes sauces,
El desbordar de las aguas purificadoras y poco profundas,
Donde oímos lo del asesinato de Sean Brown en
el Club GAA de Bellaghy. E imaginamos
La manguera a presión cayendo con fuerza sobre el asfalto
En el aparcamiento de automóviles donde se enfriaba su sangre de atleta.
LA FUENTE CASTALIA
Carabruja. No la cólera de Zeus, sino la de ella
Que me cierra el paso, y la mía por culpa de ella.
Me lo había prometido: beber agua
De la fuente Castalia, permitírmelo,
Ser un poeta
Bajo el barranco del vértigo del dios Apolo...
Pero el santuario interior estaba protegido por una cuerda
Cuando llegamos. Bueno, al demonio la cuerda,
Y al demonio las que quieran impedírmelo, ¡carabruja!
Subo los escalones, voy por la gruta de arenisca,
Humedad y filtraciones, charcos,musgo,
Vengo de lejos y llego lejos, con la inútil
Ira que se seca en los manaderos
Donde me inclinaba y bebía desafiante algo muy dulce.
EL FRAGMENTO
.............."La luz vino del Este -cantaba
Deslumbrante garantía de Dios, y las olas se amansaron.
Veía los promontorios y los batidos acantilados.
Con frecuencia, por su señalado valor, el destino perdona al hombre.
..............A quien todavía no ha señalado".
Cuando le relataron su objeción:
Que se había venido abajo y se iba
Sin dejarles nada a lo que asirse, su rimer y último verso
Ni aquí ni allí.
.............."Desde cuándo -preguntó-
Son el primer y último verso de cualquier poema
Donde el poema empieza y termina?"
VISITAR AL ENFERMO
Después de los santos óleos y todo, mi padre me recordaba
El Félix Randal de Hopkins.
............................................Y le ocurrió entonces
(Como él mismo hubiera dicho) que "le quedaba grande la ropa"
-Espectral, un superviviente-
...............................................Y parecía que se hallaba así
Por algo espectral de lo que se hubiera desprendido,
La parte inadecuada de hombre del páramo
Que era de Nortumbria, quien obligado
Había caminado por las calles de Hexham a los dieciocho
Con el bastón y la tarea de llevar a casa el cuerpo
Muerto de su tío en el ferry del ganado.
Pastor de fantasmas desde el principio. Experto en marcar reses.
Nada de esaq sandalia deslumbrante y sonora.
Tweed del color de la moñiga y cuero de color sangre de buey.
***
Ojo de tasador, cabeza de contable
Para los animales que había en el lugar, en cual año...
Pero también eso se le fue. Y toda precaución.
Su sonrisa una media puerta abierta al verano,
Una puerta para entrar también. Una luz que perdona.
Por lo cual la morfina administrada recibía nuestra gratitud.
SEAMUS HEANEY, Luz eléctrica (Electric light), en traducción de Dámaso López García, Visor, 2003.
Seamus Heaney (Condado de Derry, Irlanda del Norte, 13 de abril de 1939-Dublín, 30 de agosto de 2013)1 fue un escritor y profesor irlandés. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1995. El poeta estadounidense Robert Lowell lo describió como «el poeta irlandés más importante desde Yeats», y muchos otros, como el académico John Sutherland, han dicho que es «el poeta más grande de nuestra era».
Biografía
En 1957 marchó a Belfast para estudiar literatura en la Universidad Queen, donde impartió clases de educación física entre 1966 y 1972 antes de dedicarse por entero a la literatura. Heaney, católico irlandés, se vio muy afectado por la violencia entre católicos y protestantes en el Úlster, y decidió trasladarse a Dublín en 1972. En el Carysfort College de esta misma ciudad impartió clases entre 1975 y 1980. Obtuvo una cátedra en la Universidad Harvard, Massachusetts, en 1984, y entre 1989 y 1994 fue catedrático de Poesía en la Universidad de Oxford, Inglaterra.
Heaney murió el 30 de agosto de 2013 en la clínica Blackrock de Dublín, tras haber ingresado el día anterior a causa de una caída. Fue sepultado junto con sus padres y su hermano menor en el cementerio de su villa natal de Bellaghy.
La obra
La poesía de Heaney, desde sus comienzos en Muerte de un naturalista (1966) (trad. esp. M., Hiperión, 1996), está anclada en los contextos físicos y rurales de su infancia. A medida que se desarrolla su obra, esos escenarios se convierten en el foco de una búsqueda arqueológica de los mitos e historias que han contribuido a configurar la violenta situación política de Irlanda del Norte, que solo ha tratado abiertamente en Norte (1975) (trad. esp. M., Hiperión, 1992). Podría decirse que su trabajo contiene a las dos más grandes figuras de la poesía irlandesa, sintetizando, por un lado, lo mejor de la lengua inglesa, literaria y tradicional presente en William Butler Yeats, y por otro, absorbiendo el lenguaje autóctono y natural de Patrick Kavanagh.
La obra de Heaney muestra una gran flexibilidad rítmica, pero es sobre todo la intensidad de su lenguaje, que contrasta con el silencio de las gentes que describe, lo que la ha hecho famosa. Otros libros suyos son: Puerta a las tinieblas (1969), Huyendo del invierno (1972), Trabajo de campo (1979), Isola stazione (1984), La linterna del espino (1987) —que contiene un soneto-secuencia de elegías a la muerte de su madre—, Viendo cosas (1991), elegías a su padre, El nivel espiritual (1996, Premio Whitbread), Luz eléctrica (2001). Seamus publicó en 2000 una traducción al inglés moderno del poema épico anglosajón Beowulf que se convirtió en un auténtico best seller en el Reino Unido y en Estados Unidos y por la que recibió nuevamente el premio Whitbread.
Sus poemas generan un lector activo, participante en la producción de sentido. Otros podrían hablar de imaginación. Pero lo cierto es que el discurso lírico no busca significar sino ser, y la textura lingüística y los sonidos permanecen por encima del sentido: “My father is a barefoot boy with news / running at eye-level with weeds and stooks” (Mi padre es un niño descalzo con un mensaje, / Que corre a la altura del ojo entre hierba y paja”).
Esta decisión estética, ya presente en la poesía germánica (innovaciones prosódicas, rimas oblicuas y disimuladas), contiene además un fuerte elemento político. Porque si algo representan los dialectos periféricos, tanto en Irlanda, Gales y Escocia, es la lucha contra un centro de dominio lingüístico. Y esta lucha se da muchas veces no por un reemplazo de léxico, sino rítmico, melódico, quizás inaudible para algunos de nosotros, pero que para el poeta vale como una música interior, “un pasaporte para hacer frente a los peligros de hablas espurias”.
También ha escrito diversos ensayos de crítica literaria: Preocupaciones (1980) y Gobierno de la lengua (1988). Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1995.
En 2005 dio su apoyo público a la oficialidad de la lengua asturiana. Inspirado por su experiencia tras sufrir un ataque de apoplejía en 2006, publicó la colección Human Chain (2010), por la cual obtuvo el Premio Forward, uno de los pocos que no había ganado en su carrera. Antes de morir, Heaney se encontraba preparando la selección para sus Selected Poems 1988-2013, publicados de manera póstuma al igual que su traducción del libro VI de la Eneida.
(Sacado de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] )
*
Algunos poemas de Seamus Heaney, de su obra Luz eléctrica, en traducción de Dámaso López García, Visor, 2003:
EN TOOMEBRIDGE
..............Donde la lisa extensión d agua
Se desbordaba por la presa del lago Neagh
Como si hubiera llegado a un extremo de la llana tierra
Y cayera deslumbrante en el presente
Continuo de Bann.
..............Donde estaba el puesto de control.
Donde ahorcaron al joven revolucionario en el noventa y ocho.
Donde son poesía para mí
Los iones negativos al aire libre. Como aquella vez
El cieno y la plata de la cebada anguila.
EN EL MALETÍN
1
Todos vinimos en el maletín del doctor Kerlin.
Siempre venía con él, entraba en el dormitorio
Y al salir a lavarse
Aquellas manos delicadas, grandes, sonrosadas e indiscretas
En la pila del fregadero, el interior forrado
(Del color del interior de la oreja de un spaniel),
Quedaba vacío a la vista de todos, la boca como trampa acechante,
El cierre sin echar, boquiabierto. Luego, como un hipnotizador
Que nos calmara, guardaba los instrumentos
En sus fundas, plegaba el paño
Como si fuera un delantal,
Se llegaba a la puerta y se iba
Con el maletín en la mano, un arca rechoncha con su quilla...
Hasta que llegaba la vez siguiente, y llegaba,
Con el cuello de piel del abrigo también del color de los spaniel
Y de nuevo subía encorvado a la habitación: olor
A desinfectante, destellos de un interior holandés
En el raso del chaleco, detalles del fórceps.
Lo siguiente era preparar el agua:
Ni hirviendo ni templada, sino caliente,
Jabonosa, recogida del aljibe para él
Y disfrutada después por él, tras rechazar
Los agradecimientos, mientras se secaba con vigor,
Y extendía los brazos hacia atrás cuando después, como un señor,
Le ayudaban a ponerse el abrigo de pelo de camello con forro de seda.
En una ocasión, con el abrigo puesto, posó en mí aquellos ojos
Hiperbóreos, azules de más allá del viento del norte.
Dos mirillas de la habitación cerrada donde yo miraba
Cada vez que se mencionaba su nombre, leche
Desnatada y hielo, porcelana aséptica, azulejos blancos
Y fríos, ganchos de acero, cromados instrumentos quirúrgicos
Y gotas de sangre en el serrín que se espesaba
Al pie de las paredes. En lo alto
Las piezas diminutas, colgadas, del color de los pezones,
Sujetas con cuidado de una cuerda que casi llegaba al techo:
Un dedo, un pie y la espinilla, un brazo, una pilila
Parecida al capullo que llevaba en el ojal.
LA CAMPAÑA DE LA FRONTERA
A Nadine Gordimer
Manchas de hollín descendían por la pared del juzgado, un agujero
Se abría en el teclado; bajo la lluvia, los rescoldos todavía humeantes
De los cabríos:
........................cuando oí decir "al ataque"
en St Columb's College en 1956
Me quedé sin aliento; nada se interponía entre mí
Y el cielo que se movía más allá del dormitorio del colegio
Como se movería la mañana siguiente
De la violencia en Heorot, el plácido reflejo
Sobre el agua que llenaba las enormes huellas de las zarpas de Grendel.
En el sendero del pantano.
.............................................De todo lo escrito,
De lo que iba a ocurrir, formaba parte,
Unido a los jefes de los clanes trotando por los caminos
Para contemplar la garra que Beowulf había clavado
En lo alto de la buhardilla, mientras el cielo seguía moviéndose solemne.
Las uñas, los dedos, el espolón
Los garfios y la garra de aquella bestia pagana
Eran como pinchos de acero de una horca bajo el rocío.
LOS ESTABLOS DE AUGÍAS
Mi bajorrelieve favorito: Atenea mostrando
A Hércules por dónde romper la orilla del río
Con un movimiento de del alto yelmo, la vara señalando
El lugar preciso, el Alfeo desbordándose
De su lecho hacia los estratos profundos de los excrementos
De los malolientes establos y corrales del rey Augías.
Delicadas mezclas de las aguas vertidas,
Puertas cerradas y suelos inundados como arroyos...
Allí fue, en Olimpia, entre verdes sauces,
El desbordar de las aguas purificadoras y poco profundas,
Donde oímos lo del asesinato de Sean Brown en
el Club GAA de Bellaghy. E imaginamos
La manguera a presión cayendo con fuerza sobre el asfalto
En el aparcamiento de automóviles donde se enfriaba su sangre de atleta.
LA FUENTE CASTALIA
Carabruja. No la cólera de Zeus, sino la de ella
Que me cierra el paso, y la mía por culpa de ella.
Me lo había prometido: beber agua
De la fuente Castalia, permitírmelo,
Ser un poeta
Bajo el barranco del vértigo del dios Apolo...
Pero el santuario interior estaba protegido por una cuerda
Cuando llegamos. Bueno, al demonio la cuerda,
Y al demonio las que quieran impedírmelo, ¡carabruja!
Subo los escalones, voy por la gruta de arenisca,
Humedad y filtraciones, charcos,musgo,
Vengo de lejos y llego lejos, con la inútil
Ira que se seca en los manaderos
Donde me inclinaba y bebía desafiante algo muy dulce.
EL FRAGMENTO
.............."La luz vino del Este -cantaba
Deslumbrante garantía de Dios, y las olas se amansaron.
Veía los promontorios y los batidos acantilados.
Con frecuencia, por su señalado valor, el destino perdona al hombre.
..............A quien todavía no ha señalado".
Cuando le relataron su objeción:
Que se había venido abajo y se iba
Sin dejarles nada a lo que asirse, su rimer y último verso
Ni aquí ni allí.
.............."Desde cuándo -preguntó-
Son el primer y último verso de cualquier poema
Donde el poema empieza y termina?"
VISITAR AL ENFERMO
Después de los santos óleos y todo, mi padre me recordaba
El Félix Randal de Hopkins.
............................................Y le ocurrió entonces
(Como él mismo hubiera dicho) que "le quedaba grande la ropa"
-Espectral, un superviviente-
...............................................Y parecía que se hallaba así
Por algo espectral de lo que se hubiera desprendido,
La parte inadecuada de hombre del páramo
Que era de Nortumbria, quien obligado
Había caminado por las calles de Hexham a los dieciocho
Con el bastón y la tarea de llevar a casa el cuerpo
Muerto de su tío en el ferry del ganado.
Pastor de fantasmas desde el principio. Experto en marcar reses.
Nada de esaq sandalia deslumbrante y sonora.
Tweed del color de la moñiga y cuero de color sangre de buey.
***
Ojo de tasador, cabeza de contable
Para los animales que había en el lugar, en cual año...
Pero también eso se le fue. Y toda precaución.
Su sonrisa una media puerta abierta al verano,
Una puerta para entrar también. Una luz que perdona.
Por lo cual la morfina administrada recibía nuestra gratitud.
SEAMUS HEANEY, Luz eléctrica (Electric light), en traducción de Dámaso López García, Visor, 2003.
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